El escenario y el contexto no podía ser más especial: el Consejo General del Poder Judicial, a las puertas de la sentencia del 1-O. En el CGPJ, donde este martes ha inaugurado unas jornadas sobre jurisdicción militar, la ministra de Defensa en funciones, Margarita Robles, ha querido enviar un aviso a navegantes: las sentencias se pueden criticar, pero se acatan. No ha visto al president Quim Torra en este camino, a quien ha acusado de hacer "llamamientos a la desobediencia" e, incluso, "a la violencia". Ha recordado que el Gobierno dispone de muchos mecanismos para responder.

"Las sentencias se pueden criticar jurídicamente, pero lo que en ningún caso es aceptable es que no se acaten, que no se respeten y que pueda haber llamamientos a la desobediencia o a la violencia, como está haciendo el presidente de la Generalitat Quim Torra", ha llegado a decir Margarita Robles. En este sentido, la dirigente socialista ha avisado de que el Gobierno "no va a aceptar ninguna vulneración del orden constitucional" y que "cualquier llamamiento a la violencia tendrá la respuesta sensata, ponderada, prudente pero al mismo tiempo firme por parte del gobierno".

La ministra de Defensa en funciones ha cerrado filas con el poder judicial. "La justicia española ha dado una imagen de su independencia, rigor y profesionalidad", ha sostenido. "El juicio ha sido un ejemplo por parte de todos los magistrados", ha insistido. La sentencia, ha concluido en este sentido, "demostrará nuevamente la altura jurídica de la sala segunda del Supremo".