El pasado profesional de la portavoz del PSOE Margarita Robles pasaba desapercibido, sentada en la bancada de su partido, hasta que Mariano Rajoy le ha dado una utilidad para desestabilizarla durante la sesión extraordinaria en el Congreso, llamado a explicar la Gürtel y la financiación del Partido Popular. Rajoy se ha preguntado, irónicamente, si uno no podía ser testigo de un juicio, como era el caso. Acto seguido, ha recordado a Robles que también lo fue una vez: durante el juicio sobre quién habría impedido la investigación del asesinato y posterior entierro en cal viva de los presuntos etarras José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala, en el marco de la trama GAL.

La forma como Rajoy lo ha explicado ha irritado profundamente a la socialista, quien en su segunda intervención –que sólo duraba 5 minutos– ha ignorado la corrupción y se ha centrado en justificarse. "No me gusta hablar de mí misma", decía, ante los gritos de burla de la bancada del PP. Robles ha interpretado como si el gallego insinuara que ella había puesto trabas a la investigación. Por eso, ha lamentado que equiparara la calidad en que había comparecido cada uno de ellos, porque cree que Rajoy no aportó información sobre la corrupción, pero que "gracias al testigo" de Robles los culpables fueron a la prisión por la "guerra sucia".

"Yo estaba en Castellana 5 y las personas que estaban allí se iban a Génova 13 directamente", ha dicho la exmagistrada sobre su antiguo cargo como secretaria de Estado del Interior, lanzando el guante al presidente. El hecho es que siempre se especuló que algunos miembros del PP aprovecharon la crisis del gobierno de Felipe González para generar más polvareda –de aquí la relación que ella apuntaba. Rajoy, sin embargo, le ha pedido más tarde que desarrollara qué había querido decir. Ahora bien, la socialista no ha apuntado ningún nombre, a pesar de los nervios de la situación.

Robles no se ha podido aguantar el enfado a la salida y le ha reprochado al Grupo Popular que cuando los socialistas gobernaban "hicieron del terrorismo un instrumento contra el PSOE". "Tendría que darles vergüenza", ha denunciado. Aquí ha dicho que el "sentido de Estado" de su formación, la llevaba a dar apoyo al ejecutivo contra ETA y el yihadismo. No satisfecha con las declaraciones en el atril del Congreso, Robles ha hecho una pequeña rueda de prensa a la salida, y también ha atendido a los medios de pie en el patio de la cámara baja.

La cuestión es que Rajoy le había pedido no ponerse nerviosa, excusándose en que él lo decía en el marco de su derecho "a la defensa". Pero el gallego ha puesto el dedo en la llaga en un suceso que se dice que fue traumático para la portavoz. Se especula que el gobierno de González le dio la espalda entonces. Finalmente, el ministro del Interior José Barrionuevo fue a la prisión, con el episodio de crisis posterior en Moncloa. Todo ello explicaría quizás por qué Robles es una de las primeras espadas del PSOE de Pedro Sánchez, en contra la vieja guardia.