Vilanova i la Geltrú ha acogido uno de los mítines más duros de la CUP en el ecuador de la campaña electoral. A través de su candidato, Carles Riera, y del exdiputado Quim Arrufat, los cupaires han hecho su crítica más feroz contra el estado español.

Riera se ha comprometido a no detenerse hasta parar "la represión dictatorial" de un "estado neofascista sostenido por la Falange del PP, el PSOE y Cs" y ha recordado los comunes que "al fascismo se le echa a empujones y golpes".

En esta línea, Arrufat ha tachado al estado de "psicópata" en hasta tres ocasiones para referirse a la actuación del 1-O y a la creación de la "causa generalizada contra el independentismo". El exdiputado llama a levantar una "trinchera" y un "muro de votos" el 21-D.

La CUP ha agotado todos los calificativos posibles contra lo que denominan "bloque del 155" y contra el estado español. Delante de un auditorio de unas 400 personas –uno de los mítines más multitudinarios, sin contar el acto central–, el candidato cupaire, Carles Riera, se ha erigido como principal defensor de la implantación de la República a partir del 21-D.

"A pesar de franquistas, autonomistas y equidistantes", asegura, el proyecto republicano saldrá adelante a partir de la próxima legislatura si la CUP, como esperan, es clave en el futuro Parlament. En este sentido, Riera ha vuelto a repetir que a pesar de estar de acuerdo con el diálogo, una eventual negociación con el estado español significa "perder" el tiempo.

Riera se ha referido especialmente al candidato popular, Xavier Garcia Albiol, a quien ha acusado de poco democrático de tener que hacer "esfuerzos" para moderarse: "No debe entender qué quiere decir eso de pasar por las urnas", ha lanzado Riera, que por primera vez en campaña ha roto su ademán de hombre tranquilo.