Una revuelta popular en Kirguistán ha sacado de la prisión a Sadir Japarov, a uno de los líderes políticos opositores al régimen que estaba encarcelado desde el 2017, y lo ha hecho presidente de la república. La indignación en las calles estalló después de las elecciones del 4 de octubre que otorgaron la victoria a los partidos favorables al presidente Sooronbai Jeenbekov, y que la oposición tildó fraudulentas. El día siguiente de conocerse los resultados de los comicios, los manifestantes llenaron las calles de la capital, Bishkek, y hubo fuertes enfrentamientos con la policía.
El 6 de octubre, los manifestantes entraron en el centro penitenciario donde se encontraba Japarov junto con otros líderes opositores encarcelados en 2017, y lo liberaron para acabar convirtiéndose en el primer ministro del país. Finalmente, a pesar de asegurar que tenía las cosas bajo control, Sooronobai Jeenbekov ha acabado dimitiendo después de fuertes revueltas por todo el país.
Thousands of supporters of #Kyrgyz Prime Minister, Sadyr Zhaparov, gathered in front of the prime ministry building during a demonstration demanding the resignation of President of Kyrgyzstan Sooronbay Jeenbekov, in #Bishkek, #Kyrgyzstan. pic.twitter.com/q6I2kljspo
— TRT World Research Centre (@TRTWorldRC) October 14, 2020
Las elecciones fraudulentas que alzaron la revuelta
Los observadores internacionales consideraron que las elecciones habían sido fraudulentas e incluso la comisión electoral de Kirguistán consideró inválidos los resultados de los comicios.
Киргизия. Протесты в Бишкеке идут мирно и без происшествий. Силовики бездействуют pic.twitter.com/MHj1R2PLWm
— Sarah ❌ Connor (@TheresNoFate) October 15, 2020