Después de dejar atrás el confinamiento comarcal, una posible decisión inmediata es alargar la apertura de bares y restaurantes más allá de las cinco de la tarde. El conseller de Interior, Miquel Sàmper, va en la línea de hacerlo efectivo de forma progresiva y empezar con las terrazas. Pero desde el Gremi de la Restauració exigen más cambios de forma inmediata. Así pues, no es partidario de que las cenas "se sirvan únicamente en el exterior porque a estas alturas, eso va de salvar toda la restauración, también la que no tiene terraza", ha declarado su director, Roger Pallarols.

Además, el sector también pide modificar el toque de queda para alargar la apertura hasta las 23 horas y ganar una hora más cuando decaiga el estado de alarma. Estos detalles se acabarán de concretar con la evolución de los datos de la Covid-19 y en una reunión telemática de Pallarols el miércoles que viene, junto con los departamentos de Salud, Interior y Empresa. Pallarols es contundente: "Ya basta de anuncios y especulaciones; lo que necesitamos son decisiones". Desde el Gremi piden ser escuchados "para no seguir excluyendo los establecimientos que, por su ubicación, no pueden disponer de mesas en el exterior".

Pallarols también lamenta que las palabras del conseller Sàmper generan una profunda desconfianza después de que otros miembros del Govern y departamentos, Meritxell Budó y Josep Maria Argimon, hayan hecho anuncios similares: "La credibilidad del Govern, en relación a nuestro sector, está rota. Recordamos que el conseller Sàmper fue uno de los principales avaladores del confinamiento por veguerías. Estaba sobre la mesa del Procicat, decía, y este optó por mantener el confinamiento comarcal".

El Gremi recuerda que "desde hoy, Catalunya es la única comunidad que no permite servir cenas" y también el apoyo que tienen desde el Ayuntamiento de Barcelona, a través del teniente de alcaldía Albert Batlle. "La Generalitat se ha quedado sola", sentencia Pallarols. "Durante el fin de semana se han vuelto a repetir los botellones en  Gràcia, las fiestas en la playa, etc. Cerrar la restauración a las 17 horas no frena la socialización: únicamente agrava el drama de la restauración". Si los cambios no son inmediatos, desde el Gremi avisan de que se puede acabar perdiendo un tercio de la oferta sólo en Barcelona. Y lo confrontan con el modelo de Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid: "El plan de Ayuso se ha demostrado mucho más eficiente y una prioridad. Aquí parece que hayamos sido la hermana fea y el sector no entiende este castigo de manera permanente".

Fotografía de portada: dos camareros del restaurante Cal Ros de Girona