La dirección de la prisión de Estremera, el centro penitenciario donde está Jordi Sànchez, aumenta las represalias contra el expresidente de la Assemblea Nacional Catalana. El abogado de Sànchez, Jordi Pina, ha explicado en declaraciones a RAC1 que a su cliente le han puesto un funcionario para que lo escolte 24 horas al día.

Esta medida llega al día siguiente de que se supiera que la prisión ha trasladado de módulo al número dos de Junts per Catalunya después de que unos funcionarios registraran su celda buscando un móvil ya que creían que quizás había hablado en directo en el mitin de JuntsXCat. Según Pina, no sólo registraron la celda de Sànchez, también las dos contiguas, y aunque no encontraron nada lo trasladaron. "Cambiar de módulo es como volver a entrar por primera vez en prisión, él ya estaba habituado al espacio y al resto de internos", ha añadido el abogado.

El letrado también ha hablado de las peticiones que hizo a la dirección de Estremera: "Yo pedí que él pudiera obtener uno o dos permisos para ir a ciertos mítines. Como no me dejaron les pedí que los periodistas pudieran entrar en prisión para hacer entrevistas. La última opción era que le dejaran un móvil para poder acceder a la información actual". Además, ha matizado que las medidas de seguridad contra su cliente son extremas subrayando que a él no le permitieron ni entrar a la prisión con el programa electoral de JuntsXCat.

Por su parte, el abogado de Oriol Junqueras, Andreu Van den Eynde, no ha querido precisar si el vicepresident podría sufrir las mismas consecuencias que Sànchez (Junqueras también envió un mensaje grabado para un mitin de ERC), ya que asegura que este tipo de medidas dependen de la dirección de cada centro penitenciario.

Finalmente, Van den Eynde ha explicado que su cliente podría salir de prisión si su partido ganara las elecciones del 21 de diciembre y si fuera votado president: "No le podrían prohibir ir a ciertos actos como la toma de posesión del acta de diputado o la participación en el acto de investidura".