El no de los socios del Assemblea Nacional Catalana a la lista cívica, una apuesta del secretariado nacional actual y por la cual la dirección había hecho campaña a favor, en la consulta telemática empieza a tener repercusiones. Después de que esta propuesta quedara rechazada, según se reveló el sábado en una asamblea general extraordinaria, la organización Poble Lliure ha pedido públicamente la dimisión de la dirección nacional de la entidad independentista, que había ido promoviendo el sí a la lista cívica ante la inacción de partidos como Esquerra Republicana, Junts per Catalunya o la CUP. En un comunicado, la organización celebra que los socios no hayan dado apoyo a "experimentos institucionalizadores de la lista cívica" y, además, lo califican de "maniobra electoralista". En esta línea, remarcan que movimientos como este "solo generan más frustración y prepara el terreno a posicionamientos reaccionarios y abiertamente racistas", en referencia a la posible candidatura de Aliança Catalana, partido de la alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols, a las elecciones del 12 de mayo, convocadas anticipadamente por Pere Aragonès.

Nuevos liderazgos a la CUP

Precisamente, sobre el adelanto electoral, Poble Lliure remarca que al país le hace falta "una sacudida" en forma de "buenos resultados de una propuesta de unidad popular". Además, remarcan que la proximidad de las elecciones no tendría que detener el proceso de refundación que puso en marcha la CUP bautizado como Procés de Garbí y que tenía que culminar el mes de junio de este 2024. Sobre esta cuestión, remarcan que hacen falta "cambios radicales y nuevos liderazgos" en la formación anticapitalista. Por otra parte, los cuparies sabrán a finales de marzo los nombres de sus cabezas de lista a las elecciones del 12-M. El Consejo Político de los anticapitalistas se reunió el sábado y aprobó el sistema de elección de los candidatos, que se escogerán en una votación telemática a finales de este mes. La formación ha optado por mantener el calendario de debates previsto para la refundación, admitiendo que tendrá que hacer algunas adaptaciones.

Todavía sobre las elecciones del 12-M, desde Poble Lliure las enmarcan en "un escenario político gris de desorientación colectiva" que atribuye a "la dirección pésima de un gobierno en minoría donde la gestión autonómica y la reiteración de unos acuerdos de estabilidad en Madrid han llevado a una renuncia explícita a seguir con el procés de independencia". Que el PSC haya devuelto a la centralidad política y que lo haga levantando la bandera del asfalto, el cemento y el turismo, a la vez que resquebraja la inmersión lingüística, los convierte en el retrato más fidedigno de todo lo que representa Foment del Treball y la patronal, y nos da la idea del retroceso. El PSC es ahora mismo el tentáculo más fuerte del españolismo de derechas en nuestra casa", afirman, en referencia a la apuesta de los socialistas por el Hard Rock y más recientemente por el trilingüismo en las aulas.