Catalunya no tiene ley electoral propia desde la restauración de la Generalitat. De hecho, más de cuarenta años después, todavía utiliza la ley electoral española, que se aplica a las elecciones españolas y cada provincia tiene varios diputados que representan cada demarcación. Uno de los reclamos históricos de la sociedad catalana es una ley electoral propia que funcione por veguerías, con el objetivo que los territorios históricos catalanes tengan una representación fija. En el año 2007 fue cuando más cerca estuvo aprobarse una, pero, finalmente, no salió adelante. Ahora, un grupo de catalanes en el exterior ha registrado este lunes en la cámara catalana una iniciativa legislativa popular (ILP) para aprobar una ley electoral catalana.
Ahora bien, el objetivo no es cambiar la representatividad al Parlament de la Catalunya interior, sino que tienen como objetivo dar voz y democratizar los votos en el exterior. La iniciativa plantea la implantación del voto electrónico y el voto delegado, así como la creación de una circunscripción específica para los residentes en el extranjero, que cifran en 321.250 votantes potenciales. Es decir, que todos los catalanes residentes en el extranjero tendrían unos diputados que los representarían en la cámara catalana. En este sentido, en términos comparativos, sostienen que la diáspora catalana equivaldría a la segunda ciudad de Catalunya, solo por detrás de Barcelona. Pero la participación en las últimas elecciones en el extranjero, en mayo del año pasado, se situó en el 7%. De hecho, hubo más de una polémica sobre el voto en el exterior.
Francia, Portugal e Italia, como ejemplos
El texto ha sido registrado este lunes coincidiendo con el Día Internacional de la Democracia. La comisión promotora del redactado está formada por cinco personas, todos ellos catalanes residentes en el exterior. Uno de sus impulsores, Antoni Montserrat, recuerda en declaraciones en la ACN que fue una de las primeras promesas del president Pujol en 1980 y pone de manifiesto el foco en el voto de la diáspora catalana, una situación que considera "desastrosa". Montserrat, que es residente en Luxemburgo desde hace cuarenta años, señala que países de la UE como Francia, Portugal o Italia disponen de circunscripciones electorales específicas para sus diásporas.
Tal como explican desde la promoción, la comisión de la ILP ha mantenido contactos con todos los partidos, exceptuando Vox y Aliança Catalana. También se han reunido con Òmnium Cultural, la ANC o Plataforma per la Llengua. De momento, aseguran, no han encontrado oposición a esta iniciativa.
Ahora la Mesa de la cámara tendrá que tramitarla y tiene un plazo de quince días para examinar la documentación recibida y pronunciarse sobre su admisión a trámite. Cuando eso pase, tendrán cuatro meses para recoger al menos 50.000 firmas.