El PSC se ha cerrado en banda: el PSOE no quiere oír hablar de referéndums que no sean el de la reforma constitucional. El primer secretario de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, ha agradecido hoy las dos propuestas de referéndum presentadas por los comunes, que considera salidas “de un esfuerzo por encajarlas en la legalidad”, pero las ha rechazado. Después de cinco reuniones entre las dos fuerzas catalanas para encontrar una solución para Catalunya, el resultado ha acabado en nada.

Concretamente, las dos propuestas, que presentaron los comunes el pasado 7 de abril, incluyen “Estado independiente”, pero vinculan la aplicación de los resultados a la voluntad del Estado español. “¿Está de acuerdo en que Catalunya sea un Estado independiente de acuerdo con los procedimientos legales pertinentes?" o, como alternativa: "¿Está de acuerdo en que Catalunya sea un Estado independiente mediante la correspondiente reforma de la Constitución?", serían las dos vías avaladas por expertos constitucionalistas.

La razón que ha reiterado Iceta en múltiples ocasiones es que la resolución del Comité Federal del PSOE el 28 de diciembre afirmaba que “la autodeterminación, el separatismo y las consultas que buscan el enfrentamiento sólo llevarán más fractura a una sociedad ya de por sí dividida y son innegociables para el Partido Socialista”. Y eso se mantiene y se mantendrá, aunque el PSC no rechazara, según Domènech, que estas fórmulas "tuvieran recorrido".

Abiertos al diálogo

A pesar de este fracaso, fuentes socialistas confirmaron a El Nacional días más tarde de esta reunión que la intención que tenían era mantener el diálogo abierto. Si bien en la última semana explican que no se han producido reuniones entre Miquel Iceta y Xavier Domènech, y reconocen que el panorama vierte hacia nuevas elecciones, no se quiere dar por tirada la toalla.

El acercamiento ha sido gradual. A finales de marzo los socialistas tenían la sensación que la propuesta de que acabaría haciendo En Comú Podem, y como el propio Domènech había reconocido en la radio que estudiaba, sería una pregunta árbol al estilo del 9N, que pidiera votar al mismo tiempo la reforma constitucional y la independencia. Al final ha sido una sorpresa, según reconocen fuentes de la calle Nicaragua.

Seguramente los ruegos reiterados de Iceta a fin de que se concretara y se hiciera con “claridad”, con una evidente apelación a una pregunta binaria, hayan contribuido a estos planteamientos finales. Además, desde En Comú se ha buscado hacerlo por la vía canadiense que tanto había eludido últimamente el socialista, por la cual la independencia no es inmediata, sino que fuerza al Gobierno a hacer los cambios legales o constitucionales necesarios para que se pueda llevar a cabo.