Mariano Rajoy descarta recurrir ante el Tribunal Constitucional el voto delegado de los diputados presos, Oriol Junqueras, Jordi Sànchez y Joaquim Forn, para la constitución de la Mesa del Parlament. Eso ocurre después de que el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena les autorizara a realizarlo de ese modo, bajo la idea de no privarles del derecho de representación política, como consecuencia de su condición de prisión cautelar. Rajoy se inclinaba a no hacerlo ya este martes, como insinuó a los periodistas durante un encuentro en la Moncloa, y esta mañana se ha confirmado la negativa.

El hecho es que la decisión de Llarena llamó la atención porque el reglamento del Parlament no contempla la casuística de delegar el voto, si los representantes están en la prisión. Algunos analistas incluso habían criticado lo que podría ser interpretado como una interferencia del poder judicial en el funcionamiento legislativo. Así y todo, en la Moncloa prefieren no emitir un recurso que caiga en saco roto, ante la doctrina usada por el Supremo, y evitarán ese recurso. Diferente opinión tendría en este caso Ciutadans, quien sí ha criticado la delegación del voto –pero sin anunciar recurso.

Diferente para Rajoy era el caso de los diputados en Bruselas, por el que el presidente del Ejecutivo sí hubiera presentado el contencioso al TC. Finalmente no ha hecho falta, porque Carles Puigdemont y el resto del Govern en funciones en Bélgica ha decidido no delegar el voto para la Mesa del Parlament.