Gemma Geis es la única consellera de Junts que estaba a favor de la salida del partido del ejecutivo de Pere Aragonès. Quizás por esta razón, cuando este martes ha recibido su relevo, Quim Nadal, en la sede de la conselleria de Universidades e Investigación para escenificar el traspaso de carteras minutos después de las 16 horas (que en este caso se ha hecho con un lápiz de memoria), Geis no ha tenido que disimular la gran sonrisa con que ha recibido el nuevo titular del departamento. De gerundense a gerundense, los dos han compartido unos instantes de proximidad delante de las cámaras, así como algunas palabras en que la exconsellera ha aprovechado para compartir con Nadal que "todavía quedan muchas cosas por hacer" al frente de la conselleria. El traspaso se ha producido, de hecho, con un 'pendrive' que ha sorprendido a Nadal, quien ha dejado ir un "¿aquí cabe todo?" El cordial encuentro ha continuado lejos de los ojos de los periodistas, sin declaraciones públicas de los protagonistas.

La voz socialista en el Govern del "80%"

En la presentación de su nuevo Govern, el presidente de la Generalitat dejó claro que aprovechaba la salida de Junts para ampliar las sensibilidades del ejecutivo. Con la voluntad de "representar los consensos del 80%" de la sociedad catalana, Pere Aragonès ha incorporado una amalgama de nombres provenientes de diferentes espacios políticos que comparten la vía de la autodeterminación y la amnistía para resolver el conflicto con el Estado. Es una visión que el exconvergente Carlos Campuzano y la exdirigente de Podem Catalunya Gemma Ubasart encarnan con bastante claridad. Los interrogantes han sobrevolado principalmente la cabeza de Quim Nadal, quien no ha podido evitar el cuestionamiento por su condición de histórico del PSC y conseller con Pasqual Maragall y José Montilla.

Pero el cierto es que Nadal también representa plenamente la apuesta de Aragonès para incorporar nuevas sensibilidades adscritas dentro de la visión a favor de la autodeterminación. Incluso antes de romper el carné del PSC en 2015, el socialista hacía público su distanciamiento con la dirección del partido. Figura clave dentro de la corriente catalanista, Nadal reconocía ya en 2013 que votaría 'sí' en una consulta sobre la independencia de Catalunya frente a la ofensiva recentralizadora del Estado. Poco después, recogía la propuesta del entonces alcalde de Girona Carles Puigdemont y aceptaba liderar un "pacto gerundense por el derecho a decidir". El próximo año, él y varios nombres relevantes dentro de la tendencia soberanista del PSC (incluidos los ahora republicanos Joan Ignasi Elena y Ernest Maragall) acordaban impulsar una "acción política compartida" que compaginara el socialismo catalanista con el derecho a decidir. No hay duda, pues, que a Quim Nadal no le provocará ningún escozor ver los lazos amarillos que todavía abrazan el pasamanos en su nueva conselleria.

Del "no volveré a la política" a la primera línea

El retorno de Quim Nadal a la primera línea política ha saltado con cierta sorpresa. Si bien el PSC ha reconocido que se esperaba un nombre que intentara ser un guiño por parte de Aragonès a los de Salvador Illa, no sabían quién sería hasta que se hizo público. De hecho, incluso el mismo conseller no se esperaba ser el escogido por el presidente, si miramos la hemeroteca más reciente. Este mismo julio, en una entrevista con TVE, Nadal rechazaba cualquier posibilidad de recuperar a la actividad política. "No, francamente. Yo soy un señor de 74 años", afirmaba convencido. "No me parece que tenga que dar ningún paso adelante. Y, si lo hiciera, en todo caso lo haría en el ámbito de la política local y no de la política nacional".

En cambio, el relevo no ha supuesto tanto desconcierto para Gemma Geis, quien incluso había amenazado con terminar como consellera si ERC y Junts no actuaban de forma coordinada en el Congreso de los Diputados. Este escenario no ha tenido que llegar porque antes han saltado los resultados de la consulta interna que ha significado su salida obligada (y deseada) del ejecutivo. Con este movimiento, Geis ahora podrá mirar hacia otra dirección: las elecciones municipales de mayo. Y es que la exconsellera suena como uno de los principales nombres para encabezar la candidatura de Junts en Girona. Si finalmente se presenta y gana, Geis convertirá en su casa el despacho municipal que durante más de veinte años acogió a Quim Nadal, que fue alcalde de Girona entre 1979 y 2002. Y así se completará el ciclo que envuelve a ambos.