El expresident de la Generalitat Jordi Pujol reclama una "movilización" generalizada de la sociedad catalana ante lo que él percibe como "un riesgo grave de residualización" de Catalunya, impuesta por el Estado.

Así lo ha asegurado en un artículo de opinión publicado por la Asociación Serviol. Pujol, que afronta una complicada situación judicial, con él mismo y varios miembros de su familia con causas abiertas por delitos económicos y fiscales, y con su hijo mayor en prisión preventiva, ha quedado apartado de la política y sólo se expresa a través de artículos en esta asociación.

Aunque Jordi Pujol no afirma en ningún momento de forma explícita que él sea favorable a la independencia de Catalunya, sí que reconoce que el contexto actual "obliga a una movilización de todos los activos morales y económicos, culturales y técnicos, sociales y políticos" para superar esta situación.

En concreto, Pujol denuncia la "confrontación" entre el Gobierno de Mariano Rajoy y el de Carles Puigdemont, y por eso concluye que es necesaria la movilización. El expresident también advierte que Catalunya "no renunciará a su proyecto" y que, de hacerlo "significaría un grave retroceso para nuestro país y para nuestra sociedad".

En el artículo, el expresidente catalán reconoce que se vive "un tiempo de incertidumbre a causa del creciente distanciamiento que se ha ido produciendo entre Catalunya y el resto del Estado" pero también destaca que "en el ánimo colectivo catalán hay una mezcla de determinación y de autoestima que permite tener esperanza".

El mantenimiento de la lengua, la cohesión del pueblo catalán, las exportaciones empresariales o los progresos, tanto a nivel científico como cultural, son algunos de los valores que pone de relieve Pujol y que pueden hacer que un país se sienta amenazado, como lo está Catalunya, según asegura.