Sentarse, hablar, respeto y lealtad. Esto es el que ha pedido el president en el exilio, Carles Puigdemont, al resto de fuerzas independentistas para el 15 de febrero, el día siguiente de las elecciones catalanas. El líder de Junts ha apostado por crear una mesa de diálogo en Catalunya entre independentistas —lo que él denomina una "mesa de aliados" — para decidir y acordar un plan de gobierno común y unitario que lleve a la independencia. Para hacerlo, sin embargo, ha destacado que hacen falta "más respeto y lealtad" entre todas las formaciones y ha transmitido la voluntad de su partido de hacerlo posible.

En esta misma línea, Puigdemont ha indicado que, en caso de no ganar, facilitarán la presidencia a la fuerza mayoritaria independentista "siempre que coincida con su programa de gobierno y tenga convicciones claras con la autodeterminación y la independencia". Tampoco ha cerrado la puerta a los comunes, ya que ha asegurado que toda formación que defienda el derecho a la autodeterminación y adopte un claro compromiso con este también podría sumarse al ejecutivo.

"Si se supera el 50%, el independentismo quedará legitimado y tendremos que ir cumpliendo etapas. Hay que conseguir la máxima unidad", ha reclamado en una entrevista en RAC1 donde también ha asumido los errores del pasado.

Según ha explicado, Junts considera que la independencia "ya está declarada" y apuesta por buscar ahora "las condiciones para desplegarla y empezar a hacerlo". "Tenemos que retomar las cosas allí donde las dejamos. Para activar la independencia hace falta superar el 50%, buscar más apoyo internacional, tener la máxima unidad independentista y prepararnos para no tener que dar marcha atrás. Hemos constatado que el camino del diálogo y la negociación con el estado español no es viable", ha explicado.

Puigdemont y Laura Borràs ACN

Imagen: Los líderes de Junts, Carles Puigdemont y Laura Borràs / ACN

Puigdemont pide a ERC que no manipule

El president exiliado también ha aclarado las polémicas declaraciones de Laura Borràs en una entrevista en El País, en las que aseguraba que si se guiaban por lo que decía la Guardia Civil, el vicepresidente Oriol Junqueras era un corrupto. Puigdemont ha afirmado que se refería a lo que decía la "injusticia española" y ha reivindicado que es "obvio" que ningún miembro de su partido piensa que los presos políticos sean culpables de estos delitos.

En este sentido, ha lamentado que ERC manipulara las palabras de la candidata y les ha pedido "prudencia, que vayan a la fuente principal y que miren las declaraciones de Borràs enteras".

Imagen principal: Carles Puigdemont / ACN