El president de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha comparecido este jueves para dar apoyo a los imputados por el 9-N, además de afirmar que "hoy el Govern haría absolutamente lo mismo" que en aquel momento.

Después de reunirse con el vicepresident y conseller d'Economia, Oriol Junqueras, y el diputado en el Congreso por CDC, Francesc Homs, que el lunes declarará en el Tribunal Supremo por haber organizado el proceso participativo del 9-N como conseller de la Presidència, Puigdemont ha querido expresar toda la "solidaridad" con Homs y el resto de imputados por la causa, además de asegurar que "no se vulneró ninguna ley", porque el Govern "cumplió el encargo sagrado de los ciudadanos".

El president ha querido dejar claro que el Ejecutivo catalán haría hoy "absolutamente lo mismo que en el 9-N", y que "asumimos toda la responsabilidad ante los que prefieren la judicialización". En este sentido, para Puigdemont "el anhelo político de los ciudadanos de Catalunya está por encima de cualquier otra consideración".

Por su parte, Oriol Junqueras ha querido "afianzar el compromiso del Govern con el derecho al voto", para añadir que el el derecho a decidir "no tiene fecha de caducidad".

Mas, Ortega y Rigau, al banquillo de los acusados

Antes de la reunión entre Puigdemont, Junqueras y Homs, y a cuatro días de la declaración del actual diputado del Congreso en el Supremo, el TSJC ha calentado el ambiente este jueves después de rechazar el recurso de la defensa del expresident Artur Mas, y las exconselleres Joana Ortega y Irene Rigau, para evitar sentarse en el banquillo de los acusados.

En el auto, el alto tribunal catalán confirma íntegramente la resolución del juez, además de criticar a los "ilustres comentaristas" que dicen que la causa del 9N se encuentra "instrumentalizada políticamente", para sentenciar que la suspensión del proceso participativo dictada por el TC era "de obligado cumplimiento" para los destinatarios.