El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, tampoco está en "tregua", aunque no sea partidario de utilizar este tono bélico, "nosotros no estamos en este registro", ha remarcado.

Por eso, le ha recriminado al presidente español, el primero en utilizar esta palabra ayer ante los suyos en Barcelona para dejar claro que seguirán frenando los pasos de los independentistas, que no es "apropiado" este tipo de lenguaje, cuando se trata de un planteamiento democrático, pacífico, transversal y "simpático".

De visita a la Feria de la Candelera de Molins de Rei, sin embargo, Puigdemont ha contraatacado: "deje de generar disfunciones y funcione", le ha pedido el presidente catalán.

En este sentido, ha hurgado en la situación actual que vive la política española: "hay desgobierno y no parece que a corto plazo esté la voluntad de hacer uno que resuelva los problemas de la gente".

Y el presidente ha ido más allá. A aquellos que hasta ahora han acusado el independentismo de generar incertidumbre en los mercados económicos, no sólo españoles, sino europeos, Puigdemont les ha devuelto la pelota.

¿Qué gobierno español prefiere?

Considera un hecho constatable que "el callejón sin salida" que vive la política española es la preocupación "real" en los mercados europeos por "esta incapacidad de poder proponer un gobierno sólido".

Preguntado por esta cuestión, el presidente Puigdemont no se ha mojado. "Es indistinto quién gobierne, las formas cambian, pero cuando se trata de atender las demandas del pueblo catalán, nos hemos encontrado respuestas similares", ha asegurado. Para acabar de añadir que "a nosotros no nos corresponde resolver este lío".

"El Ebro es el río de todos"

El Gobierno catalán se mantiene firme al lado de la reivindicación. El presidente quiere dejarle claro al Gobierno español y a la Unión Europea "que no aceptaremos de ninguna manera y combatiremos el plan hidrológico" que està previsto.

"Es una amenaza directa al entorno medioambiental del Ebro, y por lo tanto, también social", ha sentenciado. También ha insistido en la necesidad en ser independientes para poder decidir en este tipo de cuestiones, "todo el mundo sabe que la UE no permite los planes hidrológicos que pasan por más de un estado, por lo tanto si fuéramos independientes, este plan no existiría".

Precisamente, Puigdemont recibirá mañana la Plataforma en Defensa del Ebro en el Palau de la Generalitat, después de un primer encuentro hace unas semanas donde el presidente anunció un recurso contencioso administrativo en contra del plan aprobado por el Gobierno español.

El municipalismo, clave

En poco más de un mes como presidente de la Generalitat, Puigdemont ha visitado de manera oficial hasta cuatro municipios: Manresa, l'Ametlla de Mar, Tortosa y hoy Molins de Rei. Precisamente, el alcalde de este último municipio, Joan Ramon Casals, suena como uno de los nombres para refundar CDC.

Preguntado por qué papel juega Casals en esta renovación (esto ha hecho reír tanto a Casals como al mismo presidente), Puigdemont se ha limitado a decir: "jugará todos los papeles que él considere que puede jugar", para acabar añadiendo que él hoy no venía a hablar en nombre de ningún partido.

Antes, el presidente ha defendido ante todo el equipo municipal de Molins de Rei que la política municipal es "clave" en el estado independiente que estamos construyendo, un estado que ha bautizado como "la República de las personas".