El president de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha pedido este domingo "no resignarse" ni "conformarse" con aquello que se tiene: "Y coger la fuerza que acumulamos dando la mano sin mirar de quién es la mano del lado, qué lengua habla, qué religión tiene ni cuál es su tradición y como país entero, que sabe darse las manos, alzarnos hacia el futuro".

Así lo ha afirmado al intervenir en el 90 Aplec Pairal de Calella, que este domingo ha reclamado hacer de la sardana Patrimonio cultural de la Humanidad. Puigdemont ha puesto de ejemplo valores de la sardana como la "hermandad", "el corro, dispuesto a incorporar gente que no se conoce de nada", y la música que "pone de acuerdo" a la gente. Puigdemont lo ha dicho después de firmar el libro de honor del ayuntamiento donde un grupo reducido de personas han protestado en defensa de la sanidad pública mientras un grupo más numeroso ha recibido a Puigdemont entre aplausos.

Después de recorrer algunas calles del municipio, Puigdemont, acompañado de la alcaldesa y diputada de JxSí, Montserrat Candini, se ha dirigido al Parque Dalmau donde ha inaugurado una escultura conmemorativa del aplec. "Es lo que la sardana ha hecho para nosotros", ha añadido Puigdemont al agradecer los años de "perseverancia en la tradición y la cultura" de los sardanistas de Calella.

En este contexto, Puigdemont ha asegurado que el 90º aniversario del aplec decano de la sardana es "un monumento a generaciones de catalanes" que apostaron para que la cultura fuera la base de un "país moderno": "Fidelidad al pasado para el proyecto de futuro", ha añadido. Después de los discursos, Puigdemont ha bailado una sardana con algunos de los asistentes.