El president en el exilio, Carles Puigdemont, ha evitado entrar a valorar las declaraciones del vicepresident Oriol Junqueras sobre la decisión de optar por el exilio o la prisión después del 27-O, pero ha dejado claro que cuando acabe el juicio del 1-O y una vez se conozcan las sentencias, "cada uno explicará lo que tenga que explicar".
Puigdemont respondía de esta manera desde Dublín al ser preguntado sobre las palabras de Junqueras que en una entrevista en el diario Le Figaro, ha asegurado que no eludió la justicia por responsabilidad cívica y ética, como Sócrates, Séneca y Cicerón, que también tuvieron oportunidad de huir y no lo hicieron.
"Todos sabemos dónde estábamos y lo que hicimos. Yo siempre he dicho que tendré paciencia hasta la sentencia", ha replicado Puigdemont que ha querido insistir, sin embargo, que "el adversario es el Estado español".
Las palabras de Junqueras han provocado malestar entre los socios de JxCat en el Govern que, el lunes ya habían hecho también evidente el descontento por los problemas en las negociaciones de los presupuestos con los comunes.
El president, que ha hecho estas declaraciones después de reunirse en el Parlamento irlandés con un grupo de senadores y diputados llamado Amigos de Catalunya y creado a iniciativa del Sinn Féin, ha viajado a Dublín para pronunciar una conferencia en el Trinity College a la mismo hora que Junqueras protagonizaba también una intervención en Barcelona, a través de un holograma.
Precisamente, en las declaraciones previas, Puigdemont ha lamentado que el vicepresident no pueda pronunciar la conferencia en persona: "Por culpa de la represión del Estado español, que ha violado todos los principios políticos, democráticos y éticos, Oriol Junqueras no pueda dar la conferencia que tendría derecho a hacer en persona", ha reprochado.
Puigdemont, que ha llegado al mediodía a Dublín y está acompañado en la visita del conseller de Polítiques Digitals, Jordi Puigneró, se ha reunido también con el exprimer ministro de Irlanda Bertie Ahern.
El president ha criticado también la campaña organizada por el ministerio de Exteriores ante el juicio del 1-O, y ha ironizado sobre si la prioridad del gobierno español tiene que ser combatir lo que los independentistas pueden explicar en el mundo con los recursos de que disponen. "¿No les plantea preguntas tener que dedicar tantos esfuerzos a insistir en que España es una democracia plena? ¿No valdría más la pena que dedicara esfuerzos a serlo de verdad, en vez de gastárselos en propaganda?", ha interrogado.