Carles Puigdemont y Andoni Ortuzar se reunieron por segunda vez la semana pasada para hablar de la investidura. Fue el pasado 25 de octubre cuando el president en el exilio y el líder del PNV se volvieron a encontrar para tratar sobre el estado de las negociaciones con el PSOE para investir a Pedro Sánchez, ahora en el Parlamento Europeo de Bruselas. El anterior encuentro fue el 15 de septiembre en Waterloo, para explorar los escenarios abiertos por el 23-J.

Según fuentes conocedoras, la reunión duró unas dos horas y se celebró en la misma sala donde Puigdemont se ha reunido ahora con el socialista Santos Cerdán. En el encuentro también participaron el secretario general de Junts, Jordi Turull, y el responsable de organización del PNV, Joseba Aurrekoetxea. El objetivo no fue establecer "una acción concertada" entre los independentistas catalanes y los nacionalistas vascos porque cada uno defiende sus propias reclamaciones —que quieren que se plasmen en los respectivos acuerdos con el PSOE. Sin embargo, las dos formaciones sí que comparten reivindicaciones como el "reconocimiento nacional" de Catalunya y el País Vasco o la reforma del modelo de Estado.

El PNV no intermedió con Puigdemont

Este segundo encuentro se enmarca en el compromiso adquirido por Junts y el PNV de mantener una relación "fluida" y estuvo dedicada íntegramente a hablar de las negociaciones con el PSOE para la investidura de Sánchez. Eso sí, los nacionalistas vascos en "ningún caso" asistieron a la reunión para "intermediar" con Puigdemont en nombre de los socialistas ni pretenden tener una "acción concertada" con los independentistas catalanes. Por el contrario, cada formación busca su acuerdo "particular" y "cada uno por su parte". Como ya hemos dicho, sí que hay cuestiones "comunes" como el "reconocimiento nacional" de Catalunya y el País Vasco. En cualquier caso, Junts y el PNV se explicaron cómo iban las negociaciones y analizaron de forma conjunta todo el proceso con los socialistas.

Justo un día antes de la reunión entre Puigdemont y Ortuzar, el 24 de octubre, tuvo lugar en Luxemburgo el encuentro del Consejo de Asuntos Generales de la Unión Europea donde se tenía que discutir la oficialidad del catalán, el vasco y el gallego en el bloque comunitario. Sin embargo, la votación se volvió a aplazar porque Letonia cargó contra los argumentos del responsable español, José Manuel Albares. Que la lengua catalana sea oficial en la UE era uno de los prerrequisitos que Junts había puesto para negociar la investidura de Sánchez.