El presidente Carles Puigdemont se ha mostrado hoy escéptico sobre las diferencias de gestión del proceso del anterior Gobierno español y del nuevo Ejecutivo de Pedro Sánchez y ha lamentado la decisión de enviar 600 efectivos de la policía para las manifestaciones del 11 de septiembre en Catalunya.

"¿El nuevo tiempo es enviar a 600 policías para controlar una jornada que ha estado siempre tranquila y llena de convivencia"?, ha dicho Puigdemont en rueda de prensa.

El presidente ha insistido en que las ofertas de diálogo de Sánchez no se "concretan" y que de lo que él quiere dialogar "es sobre lo que pide a la sociedad catalana, que es el derecho a decidir su futuro".

Puigdemont ha considerado "haber dado todas las oportunidades y la confianza" para que Sánchez diga cuál es su receta, "si es la receta Rajoy 2.0 o es otra receta que incluso podríamos estar dispuestos a considerar, pero es que sobre la mesa no hay nada".

Carles Puigdemont ha comparecido al lado del conseller de Administracions Públiques, Jordi Puigneró, para informar sobre la demanda del presidente y de varios trabajadores cesados por la aplicación del artículo 155.

Preguntado sobre si no está pegándose al pasado con las demandas sobre los efectos del 155 en vez de buscar soluciones futuras, ha dicho que sigue habiendo "amenazas" que se vuelva a aplicar este artículo de la Constitución.

"Amenazas y diálogo me parece incompatible", ha añadido Puigdemont. "Los conflictos no se resuelven con más gasolina", ha apostillado.