El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha denunciado un "estado de excepción encubierto" por parte del gobierno español. Durante el mitin del Partit Demòcrata (PDeCAT) este viernes por la noche desde el Teatro Principal de Badalona, el jefe del Govern ha recordado que la Guardia Civil ya ha registrado imprentas y ha entrado en varios medios de comunicación, además de tomar carteles sobre el 1-O y prohibir actos públicos.

Y, después de mencionar que la Fiscalía ha citado 712 alcaldes para colaborar con el referéndum, Puigdemont ha exclamado que "ni la ley Fraga se atrevía a tanto"!. Aclamado por el público que ha llenado la sala, el presidente ha opinado que, para el gobierno español, "la principal amenaza son las urnas y no el terrorismo".

El jefe del ejecutivo también se ha hecho eco del hecho de que Correos haya "censurado" la distribución de una revista de una asociación de vecinos porque en un artículo se hablaba del 1-O. En esta línea, Puigdemont ha sentenciado que el Estado "no escatima" en la Guardia Civil ni en policías, y por eso se ha preguntado "dónde estaban este verano cuando se les necesitaba en el aeropuerto"?. Es en esta línea que el presidente ha aseverado que el gobierno español prefiere perseguir "papeletas, carteles, y todos nosotros," en vez de centrarse en la "seguridad". "Nos colgaron el muñeco de golpistas y somos objeto de persecución prioritaria para las fuerzas de orden", ha insistido.

Puigdemont también ha subrayado que el gobierno español "no se atreve" a "decretar oficialmente" este "estado de excepción", porque ya está pasando "bastante vergüenza" después de "recortar derechos y libertades". Es por eso que, para el presidente, el Estado "ha perdido el norte y está a punto de perder el nordeste", en referencia al Principado. Puigdemont también ha respondido con sarcasmo las palabras del fiscal general del Estado, José Manuel Maza, que esta mañana ha sentenciado que ve "miles de catalanes abducidos". "Ha dicho que los catalanes podríamos llegar a ser ilegales. No sé si reformarán el Código Penal para que el hecho de ser catalán tuviera una querella garantizada", ha ironizado.

"Entre el No don y la democracia"

Para el jefe del Govern, el Estado es un "transatlántico" y el PP es un "iceberg". Por eso, Puigdemont ha manifestado que el 1-O es una "oportunidad" para cambiar las cosas y para escoger entre si "reforzar" el presidente español, Mariano Rajoy, y "la España en blanco y negro del No-Do y la ley Fraga", o bien dar apoyo a la "democracia". "No hay otro billete posible", ha insistido.

Finalmente, y sobre el inicio de la campaña, el presidente de la Generalitat ha asegurado que ha empezado "no bien, sino muy bien", y ha destacado que la gente "no tiene miedo". "Hoy estáis aquí, ayer empezamos y mañana continuaremos a pesar de todas las amenazas, las prohibiciones y todas las cosas que han pasado en las últimas horas". Como conclusión, Puigdemont ha pedido que la gente actúe de manera "normal, con civismo y pacifismo" y sin caer en "provocaciones". ¡"El 1-O no fallaremos, votaremos"!, ha rematado.

El mitin ha llenado el Teatro Principal de Badalona, con capacidad para 450 personas, y ha dejado un millar fuera del recinto, según la organización. Al acto también ha intervenido el diputado del Partido Demócrata y alcalde de Molins de Rei, Joan Ramon Casals; el representante de Españoles para el Referéndum, Carles Palomares, y el concejal del PDeCAT en Badalona Pere Martínez.