El presidente en el exilio, Carles Puigdemont, y los consellers Toni Comín y Clara Ponsatí han reclamado a los partidos que hicieron posible el 1-O que, más allá de los resultados del domingo, "consideren seriamente la oportunidad que exista en el Congreso, por primera vez, una representación oficial en nombre de la República Catalana" apoyando a la creación de un grupo independentista en el Congreso.

"Un grupo donde haya libertad de voto de los diferentes colectivos representados, donde se acuerden los tiempos de intervención y de control parlamentario en función de la representatividad que cada candidatura obtenga, y donde se permita a los representantes de cada candidatura tener la visibilidad propia que consideren", explican.

En una declaración fechada ayer en Bélgica y Escocia, los tres políticos recuerdan que los partidos independentistas pueden situarse por encima del 50% de los diputados que corresponden a Catalunya en las elecciones del domingo, de modo que "la voz de la República Catalana puede irrumpir con fuerza en Madrid y puede actuar políticamente desde la diversidad de perfiles y sensibilidades que habrá representadas".

La candidata de JxCat, Laura Borràs, ya ha defendido públicamente la creación de este grupo. No obstante, desde la CUP ya han dejado claro su posicionamiento en contra. ERC aún no se pronunciado.