El exconseller exiliado Lluís Puig ha asegurado categóricamente este sábado que no confía en la mesa de diálogo entre la Generalitat y el Gobierno ya que, según él, no hay igualdad de condiciones entre las dos partes. Para Puig, si una parte tiene presos políticos, exiliados y centenares de querellas, no puede hablar de igual a igual con el otro.

En la misma línea, Puig ha sentenciado que si la mesa de diálogo tiene que servir para empezar a reflexionar y empezar la distensión la situación entre Catalunya y España, "se pueden ir a hacer un vermú con olivas y anchoas".

Sobre su caso de extradición, que empezar el próximo lunes, Puig ha asegurado que tiene ganas de empezar y poder salir victorioso, ya que la defensa está muy bien preparada y llevan dos años acumulando todos los agravios de la justicia española hacia los exiliados, el último la vulneración del derecho a la proporcionalidad, según ha concretado al exconseller. Ahora bien, por culpa del inicio de este proceso judicial, Puig ha lamentado que no podrá estar en Perpinyà el sábado que viene, ya que la justicia belga le exige que no abandone el país hasta que no se acabe todo el proceso.