Los intentos por investigar los escándalos de la monarquía vuelven a chocar contra un muro: el del PSOE. Este martes en la Mesa del Congreso de los Diputados, los socialistas han vuelto a unir sus votos con el PP y la extrema derecha de Vox para tumbar las diversas iniciativas que pretendían fiscalizar la Casa Real. No han prosperado ni las dos comisiones de investigación (una impulsada por Unidas Podemos), ni tampoco la petición de comparecencia del rey Felipe VI por el fraude fiscal de su padre y la vacunación de sus hermanas. Los de Pablo Iglesias han vuelto a quedarse solos.

La primera comisión de investigación que ha visto y tumbado fue registrada al principio de la semana pasada por ERC, Junts, el PDeCAT, la CUP, el PNV, EH Bildu, el BNG, Más País y Compromis. Ponían la lupa en "la trama vinculada a las presuntas ilegalidades e irregularidades cometidas por miembros de la Casa Real y las influencias políticas y comerciales con Arabia Saudí". El viernes llegó una nueva iniciativa, liderada por Unidas Podemos y suscrita por los anteriores partidos. Esta comisión buscaba investigar "las irregularidades fiscales cometidas por Juan Carlos de Borbón con ocasión de la contratación y el abono a cargo de la Fundación Zagatka de vuelos privados posteriores a su abdicación". Destacaban que los hechos son posteriores a su renuncia a la Corona para poder volver a recibir el aval de los letrados de la cámara.

Tampoco se ha admitido a trámite la iniciativa de los grupos de ERC, Junts, la CUP, EH Bildu, el BNG, Más País y Compromis. Pedían la comparecencia de Pedro Sánchez y la del rey Felipe VI. Querían que el monarca "diera cuenta ante el Congreso de los Diputados de la marcha del rey emérito del país, así como las últimas informaciones conocidas en relación a miembros de la familia real".

El secretario de la Mesa, el común Gerardo Pisarello, ha denunciado cómo "PP, Vox y PSOE acaban de evitar una vez más que se investigue Juan Carlos I por sus vuelos de placer no declarados a Hacienda". Citando un artículo suyo, ha cargado contra "un blindaje vergonzoso que no evitará el juicio social sobre una institución marcada por el privilegio".