La gran coalición de izquierdas al estilo portugués propuesta ayer por el líder del PSOE, Pedro Sánchez, se empieza a mover. Hoy, la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, ha avalado esta fórmula en una entrevista en Canal Sur Radio, dando su "apoyo y confianza" a Sánchez para conformar una "alternativa" de izquierdas con el "límite claro" que Podemos "renuncie" al derecho de autodeterminación.

Pero la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, se ha encargado de recordar hoy que los dos partidos "no suman" suficiente para investir presidente (159 de 176), en el que considera que sería "una agenda radical de gobierno que se aparta de lo que los ciudadanos han votado sobre la unidad de España". Así, los socialistas y podemitas necesitarían sumar apoyos de otras bandas, aunque sean abstenciones.

Iglesias se pone bien

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha reiterado varias veces su promesa electoral: el referéndum no es negociable. Pero ya el 28 de diciembre dejó entrever un posible cambio de posicionamiento. Entonces Iglesias, tras reunirse con el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, aseguró que "más urgente" que el referéndum es la ley de emergencia social.

 

Hoy Mònica Oltra, líder de Compromís y vicepresidenta de la Generalitat Valenciana, ha asegurado que "claro que es negociable el referéndum en la forma y en el fondo". A Oltra, partido de la cual ha ido coaligado con Podemos en las generales en Valencia, no le gusta hablar de líneas rojas "porque no se pueden plantear de inicio posiciones inamovibles" y se ha mostrado convencida de que un gobierno "progresista y de cambio" es posible.

No de Rivera

El líder del PSC, Miquel Iceta, consciente de que abandonando el referéndum podría tener el apoyo de los de Rivera, ha apostado hoy en una entrevista en Efe por un pacto tripartito que incluya Ciudadanos y que suponga formar un Gobierno "reformista". Iceta así se lo ha "recomendado" a Pedro Sánchez mostrándose convencido de que Podemos dará un paso al lado sobre el referéndum porque la mayoría de sus votantes "lo que quieren es un cambio progresista".

 

Y no es una opción a descartar que en Ciudadanos también se pongan bien. El portavoz de Ciudadanos en la asamblea de Madrid, Ignacio Aguado, abrió la puerta el 28 de diciembre a una abstención de su partido en caso de que haya un pacto entre PSOE-Podemos que aparte el referéndum de su agenda de gobierno que "abriría un nuevo escenario de negociación".

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ya ha reiterado que su partido no se abstendría para permitir un Gobierno del PSOE con el apoyo de Podemos porque la formación de Pablo Iglesias plantea un referéndum sobre la independencia de Catalunya.

El papel soberanista

"Se abren ventanas interesantes", decía el presidente en funciones de la Generalitat, Artur Mas, como valoración de los resultados de las elecciones generales del 20D, que daban 69 diputados a los de Pablo Iglesias junto a sus aliados territoriales, entre ellos En Comú Podem. Pero con una renuncia a lo que el cabeza de lista de Democràcia i Llibertat (DiL), Francesc Homs, consideraba punto fundamental para valorar apoyar una investidura, la opción se esfuma.

 

En este contexto, los nacionalistas vascos se asoman. Desde el gobierno del PNB ya dijeron que podían pactar con cualquiera que respondiera a sus intereses, y hoy su portavoz, Josu Erkoreka, ha visto el que se empieza a mover y ha salido a defender "toda la legitimidad" del dirigente del PSOE para proponer esta gran alianza y criticando que todos "se le hayan echado encima".

(Foto: Pedro Sánchez con el primer ministro portugués, António Costa / EFE)