Los equipos negociadores de PSOE, Ciudadanos y Podemos se reunirán en el Congreso a las 16:30 horas para buscar un acuerdo que desatasque la formación de gobierno en España. En las últimas horas la tensión entre morados y naranjas ha escalado con acusaciones veladas y directas durante la comparecencia informativa del presidente en funciones, Mariano Rajoy, para la cuestión de los refugiados. C 's dijo ayer que quería entrar en el gobierno, y más tarde lo desmintió, para volverlo a reiterar después. Así, el encuentro podría ser la última oportunidad para llegar a un entendimiento.

Hoy quizás haya un choque de trenes con el PSOE en medio. Ciudadanos insistió que si Podemos no promete el Sí a su pacto, se levantarán de la mesa. Pablo Iglesias quiere pedir a los Albert Rivera que se abstengan. ¿Qué pasará?
(Sonríe) La centralidad es complicada. Somos optimistas y no creemos que nadie se vaya a levantar de la mesa. Consideramos que hay una voluntad por parte de todas las formaciones políticas para hacer un esfuerzo en las semanas que quedan para conseguir el gobierno capaz de afrontar la crisis económica, la social, la institucional, y la territorial. Estos cuatro desafíos requieren de soluciones y creo que las tres formaciones las podemos ofrecer.

¿Pero el PSOE se levantará, si C's lo hace, o seguirá en la mesa para llegar al acuerdo con Podemos, e impulsar 'el gobierno de izquierdas'?
Nosotros no nos levantaremos nunca de la mesa de negociación, porque la prioridad es formar gobierno y es el mandato que hemos recibido de los ciudadanos. Es la primera vía para llegar a un acuerdo y yo estoy segura de que una vez nos sentemos, la actitud por parte de todas las fuerzas políticas será constructiva. Ahora bien, no romperemos el acuerdo con C's, ya que estamos comprometidos, y necesitamos su apoyo. A partir de aquí, intentaremos sumar.

C's ha hecho números. Consideran que si no es para un Sí no hay que seguir negociando. Y la mayoría simple en la segunda vuelta, necesaria para investir a Pedro Sánchez no se alcanza sin el voto afirmativo de Podemos...
La abstención de Podemos, efectivamente, es insuficiente. Ahora bien, también hay conversaciones que hemos mantenido en estos 100 días con el resto de fuerzas, como son Compromís, Izquierda Unida (IU) y el PNV. Con ellos hemos adelantado mucho el trabajo de negociación, y por tanto, dichos partidos podrían llegar a votar una abstención, o un sí, que junto con la abstención de Podemos podría servir para sacar adelante la legislatura.

¿Es decir, que buscan sentarse con Podemos con la posibilidad de que estas tres fuerzas se vean empujadas a votar Sí?
De hecho, PNV, Compromís e IU accedieron a sentarse y negociar, incluso con C's, antes de que lo hiciera Podemos. La verdad que no sé quien arrastra a quien, pero sí es positivo que haya sinergia entre estas fuerzas políticas para permitir o votar activamente la investidura de un presidente socialista.

(Como adelantó El Nacional, ésta es la llamada vía “de los 143” que Pedro Sánchez estudia como Plan B)

La abstención de Podemos es insuficiente. Pero tenemos las conversaciones muy adelantadas con Compromís, IU y el PNV

¿Y en realidad, qué esperan de Pablo Iglesias? Estará hoy sentado en la mesa, en tanto que miembro del equipo negociador de su partido...
De Podemos, nuestra ambición es el voto afirmativo, porqué la suma con los partidos que comentábamos generaría 208 votos y sería una mayoría estable que nos permitiría hacer las grandes reformas. Hay que cambiar las reglas del juego, como el modelo productivo, o la precariedad, impulsar el pacto educativo, o la transición energética, y no son cuestiones que reviertes de un día para otro. De aquí viene nuestra insistencia en la transversalidad. Por eso insistimos en sumar esfuerzos a derecha e izquierda. Lo que no puede ser es que la legislación cambie en función del color político de un gobierno o se hagan leyes coyunturales.

¿Pero qué le darán a cambio, a Podemos? Los de Albert Rivera no quieren que los podemitas entren en el ejecutivo, a pesar de Sánchez propuso la idea de darle alguna cartera... 
Nosotros hemos dicho que lo primero que tenemos que abordar es por qué queremos un nuevo gobierno y qué políticas tenemos que llevar a cabo. Y estas mesas negociadoras tienen este objetivo. No hablaremos de sillas, ni de ministerios. Valoramos el acuerdo con C's, que ha tenido un apoyo del 80% de nuestra militancia. Pero es un acuerdo vivo, y se puede modificar, enriquecer... Es lo que hemos estado haciendo con la sociedad civil. Nos hemos visto con muchos colectivos y nos han sugerido muchas cuestiones que queremos incorporar. Con más razón estamos dispuestos a introducir modificaciones o concretar cuestiones si alguna fuerza política nos lo pide.

Es decir, que a cambio de un Sí, le darán la posibilidad de incorporación de alguna enmienda, dentro de un pacto que ya está cerrado y que C's no quiere cambiar...
A cambio de un sí, o la abstención, podemos darle la posibilidad de establecer prioridades concretas que tenga Podemos, o alguna modificación del acuerdo. Tampoco es un pacto omnicomprensivo y pueden añadir algunos elementos que no estén incluidos, a pesar de que es un texto muy completo.

¿Como qué elementos? Los de Rivera han fijado tres pilares como son la unidad de España, la política económica, y que se firme el pacto antiyihadista como precondiciones para revisar el acuerdo. Es decir, tres ejes que incumpliría Podemos.
En materia de política exterior hay muchas cuestiones que no están, por ejemplo. En cuanto a regeneración democrática, pueden añadir alguna que todavía no esté, si no genera conflictividad. En materia económica, pueden introducir también algún cambio. Por lo tanto, tenemos que hablar.

A cambio de un sí, o la abstención, podemos dar a Podemos la posibilidad de establecer prioridades, o modificar del acuerdo

Por ejemplo, si Podemos dice: quiero la cartera de Exteriores a cambio de mí Sí, ¿forzarán a C's para que ceda, y se la den? Los de Albert Rivera dijeron que ellos querían estar en el gobierno.
En esta fase continuamos centrados en las políticas. Y todavía nos tenemos que poner de acuerdo en los contenidos. Pensamos que eso es perfectamente posible, porque conocemos los tres programas electorales. A partir de aquí, hablaremos de si el gobierno es monocolor o no, respecto a eso no estamos cerrados a ninguna formulación, pero es una cuestión que creemos que no es prioridad ahora mismo.

Aun así, su pacto con C's tiene fisuras que no habían previsto. El déficit real español puede condicionar las medidas del plan de choque social. ¿Han pensado cómo afrontarán este reto?
En España no hay un problema de inversión en políticas sociales, sino de ingresos. Éste es nuestro principal déficit. Es una mala noticia y condiciona al próximo gobierno; por eso, lo primero que queremos hacer es renegociar con la UE, y en segundo lugar, planteamos introducir nuevos impuestos como los medioambientales, y un impuesto para las grandes fortunas, que nos permitirían financiar el paquete social. La emergencia social es en cierta manera el ADN del partido socialista, es una prioridad y se conseguirán, como sea, los ingresos necesarios para financiarla.

C's cree que el PP querrá negociar con ustedes antes de final de mes. El CIS dice que una de las principales preocupaciones de los españoles es la falta de gobierno, el Banco de España avisa de que eso puede afectar a la economía, Barack Obama no vendrá hasta que no tengamos gobierno. ¿Estos factores presionan a Rajoy?
No esperamos demasiado del PP, no ha hecho ningún esfuerzo para acercarse. No parece dispuesto a sentarse, no ha hecho nada. Nosotros no contemplamos en ninguno de los escenarios apoyar con nuestro acuerdo al Partido Popular.

El PSOE no ha renunciado al PSC. La presencia de Sánchez en Catalunya ha sido mayor que con cualquier otro secretario general

Si se produce el choque de trenes, y vamos a elecciones, el PSOE no ganará con sólo Andalucía las elecciones en España.
No, está claro.

El hecho es que el PSC era su otro bastión histórico, que le permitía buenos resultados electorales, y últimamente ha caído en escaños. ¿Ha influido que el partido no dé apoyo al derecho a decidir, al menos oficialmente, cuando hay voces como Núria Parlon, alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet, que parecen dárselo?
El PSC ha hecho un gran papel en los últimos años: ha defendido la catalanidad, el modelo lingüístico, entre otras cuestiones que han sido un éxito. Ha habido elementos que lo pueden haber perjudicado, también hay una crisis de la socialdemocracia, porque la gente echa la culpa de las amenazas globales a determinados modelos. Es verdad que una situación de confrontación de polos opuestos, y que están generando mucha fuerza centrípeta, como el debate en Catalunya, hace que la centralidad de un partido como el PSC se vea más debilitada. Pero sigo pensando que es una fuerza primordial allí.

Hay quien piensa que el PSOE ha renunciado al PSC.
El PSOE no ha renunciado a ningún territorio, en absoluto. La presencia de Pedro Sánchez en Catalunya ha sido de las más importantes que haya tenido ningún secretario general, contrariamente al PP, que ha negado el problema y el diálogo, optando por la defensa de la ley y la judicialización. Nosotros somos los únicos que hemos ofrecido una solución política al encaje entre Catalunya y España, creemos que la reforma constitucional lo ofrece, no solamente por el lado territorial, sino por el lado de conectar a las nuevas generaciones con la que tiene que ser su norma de referencia, la Constitución.

Si Podemos, C's y PSOE se ponen de acuerdo en reformar la Constitución, estoy segura de que el PP y otras fuerzas se sentarán a hablar

¿Por tanto, el problema que usted detecta es la configuración actual del Estado, la Constitución, las instituciones?
Seguro que los factores son múltiples, pero la política de los últimos cuatro años del PP ha profundizado el problema. Recuperar la interlocución con las instituciones catalanas, como muestra de respeto hacia su población, es un avance. Creemos que hay un denominador común de los tres partidos [Podemos, PSOE y C's] y es la reforma constitucional, que llevamos en el programa electoral.

Pero la solución que ustedes ofrecen no es posible. No, sin la mayoría absoluta del PP en el Senado, pero no quiere reformar la Constitución para cuestiones territoriales. Hasta ahora no lo ha hecho.
Siempre hay solución política, porque a veces no queda otra alternativa.

Así, ¿esperan que el PP impulse la reforma federal?
Estoy segura que si en esta legislatura las tres fuerzas políticas hacemos el esfuerzo de sentarnos en una mesa para hablar de esta reforma de la Constitución y ponernos de acuerdo, el resto de fuerzas se sentarán en la mesa.

¿El PP también les daría apoyo, después de sacarlo del gobierno?
Sí. El escenario ha cambiado respecto a la legislatura anterior. No es lo mismo tener la mayoría absoluta y cero incentivos para negociar nada, ni reformas constitucionales, ni las proposiciones no de ley, que tener 123 diputados. Eso, y ninguna posibilidad de sumar ni un apoyo más. Por lo tanto, ahora tiene más incentivos a negociar cualquier cosa, entre ellas, la reforma de la Constitución. Creo que si hoy los tres nos ponemos de acuerdo, se puede conseguir.