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Hoy por hoy, Ciudadanos (C 's) es el partido que el Partido Socialista (PSOE) ha priorizado en sus negociaciones. Esto, en tanto que los socialistas no han cedido al ultimátum de Podemos, de renunciar a C' s para empezar a trabajar con los morados. Pero el entendimiento entre naranjas y el PSOE es arriesgado. Los primeros, corren peligro de ceder partes de su programa liberal, y los segundos podrían adoptar medidas alejadas del ideario socialdemócrata, que el secretario general, Pedro Sánchez, quiere revitalizar.

Sánchez insiste en que la importancia es el "por qué" y no el "quién". Es decir, el plan de Gobierno que el lunes a las 10h remitirá a todos los partidos para seguir negociando. Pero la aritmética tampoco suma, y las reformas a la Constitución son difíciles sin el PP.

1. Modelo de Estado

El PSOE anunció que avanzará hacia el Estado federal. Pero cualquier cambio en el modelo autonómico implica, en muchos puntos, la reforma constitucional. Para cambiar la Carta Magna, se necesitan 3/5 en el Congreso, y 3/5 en el Senado. Suponiendo que el primer alcanzara la mayoría, no sería así en el segundo. El PP tiene mayoría absoluta, y no es de esperar que ceda a las demandas del PSOE, y menos cuando la ha excluido de las negociaciones y Rajoy es el candidato. Es más, C's apuesta por una reducción de la Administración donde, a priori no contemplaría la Federación. Su objetivo es definir claramente las competencias de las comunidades autónomas e incluir su nombre en la Constitución. Por tanto, su modelo de Estado es diferente, de entrada.

2. Ley electoral

Uno de los puntos clave para los partidos de la "nueva política" es la reforma de la ley electoral. Ahora bien, no es el punto que más seduce a la vieja política. Si C 's consigue poner encima de la mesa la reforma, el PSOE podría encontrar pérdidas en un sistema electoral que beneficia a los dos grandes partidos. El miedo para los socialistas sería que Podemos pudiera sacar más votos, y más escaños, en el futuro.

3. El Senado

C's quiere suprimir la Cámara Alta. En cambio, el PSOE ha propuesto alguna vez trasladarla a Barcelona, ??para afianzar su modelo territorial descentralizado. Contradicción en parte, es imposible eliminarlo, sin la intervención del PP, en la reforma de la Constitución. Y menos, cuando los populares han descubierto el poder de la institución.

4. Las diputaciones y municipios

Dentro de la reducción de la Administración Pública, C's defiende suprimir las diputaciones. El punto choca con el ideario del PSOE, que, si mantiene lo que llevaba en el programa electoral, debería mantenerlas. El hecho también enlazaría con el apoyo del Partido Nacionalista Vasco (PNV). Su presidente, Andoni Ortúzar, aseguró ayer que nunca aprobaría un documento que las eliminara, debido a su importancia para Euskadi. Asimismo, C's propondría unir ayuntamientos pequeños, punto criticado por el PSOE.

5. Gasto público

La estabilidad presupuestaria está incluida dentro del programa del partido de Albert Rivera. Es decir, el techo de déficit del Estado. Pero el Partido Socialista está convencido de eliminar el artículo 135 de la Constitución, que José Luis Rodríguez Zapatero implantó —y tantas críticas le ha supuesto a su formación—. Así, alguno de los dos debería ceder.

6. Reforma laboral

Uno de los puntos destacados del programa de Rivera es la introducción del contrato único, impulsado por el economista de corte liberal, Luis Garicano. Ahora bien, este parece entroncar con la reforma laboral que quiere impulsar el Partido Socialista. Este no quiere un solo tipo de contratación, sino que quisiera mantener la diversidad, y dar más garantías a los trabajadores, y que el despido no pueda ser más fácil para el empresario.

7. La aritmética

Con el veto de Podemos a Rivera y la negativa del PP de investir un candidato que no sea Rajoy, Sánchez no tiene "mimbre" para la alianza, como aseguraba ayer. Compromís, PNV, Coalición Canaria, Nueva Canarias, e IU y C's se han mostrado proclives a dar sus votos, pero con condiciones. Ahora bien, estos no son suficientes ni para ser investido, ni en primera, ni en segunda vuelta. Sólo suman 143 votos a favor. En los 207 en contra, se contarían los votos de ERC, DIL, EH Bildu, PP, Podemos y todas las confluencias, salvo los cuatro de Compromís. El tándem PP-C's y el resto de grupos sólo prosperaría con las 65 abstenciones de los morados, que Iglesias afirma que negaría.

Así, el tándem C's y PSOE se convertiría en un juego de suma-cero, donde las ganancias de uno, se compensan con cesiones del otro. Un juego donde Sánchez deberá repensar sus apoyos, si quiere seguir avanzando. Parece que el "quién" es importante para el gobierno "de progreso y de cambio".