El PSOE y Ciudadanos coinciden en que ninguno de sus líderes, ni Pedro Sánchez, ni Albert Rivera, quiere reunirse con el presidente en funciones, Mariano Rajoy –como han afirmado sus respectivos portavoces–. Ahora bien, ambos quieren que su pacto prospere, a pesar de que divergen sobre la estrategia para aproximarse al Partido Popular (PP). El líder de los naranjas, Albert Rivera, lo tiene claro: si Rajoy deja su formación, "todo cambia", según afirmaba en una entrevista en Antena 3. De hecho, Rivera no descarta que un popular liderara la gran coalición entre los tres. El hecho cursa con el enfado de los socialistas, que reiteran que el candidato es Sánchez. Pero con el veto de Podemos a reunirse con el PSOE –si van acompañados de C's– como han respondido los morados vía carta, la única posibilidad de que El Abrazo avance es aproximarse a los populares. Precisamente, un PP de quien los socios del tándem esperan frutos diferentes, en medio de un mar de contracciones. 

Ferraz quiere un "gobierno del cambio para echar al Partido Popular", como acostumbra a decir Pedro Sánchez, pero ahora también, con ayuda del Partido Popular. Parece que la estrategia de Rivera de avanzar hacia la gran coalición y seducir a Génova empieza a calar entre los socialistas. Precisamente, estos enviaron una carta de reunión al PP, rectificando el veto habitual a Rajoy y los suyos, de incluirlos en la mesa de diálogo. Pero el objetivo de la misma tampoco está claro. El portavoz del partido en el Congreso, Antonio Hernando, y también Sánchez, anunciaron el lunes que sólo querían hablar con el PP sobre asuntos relativos al gobierno en funciones. Según Hernando, "sólo nos reuniremos para evitar victimismos" y hablar "cuestiones de Estado". Aquí despunta la primera contracción entre los socios de El Abrazo: y es que los naranjas quieren que Génova incorpore mejoras al acuerdo, tal como el economista de C's, Luís Garicano, expresó en unas declaraciones.

Ferraz quiere un "gobierno del cambio para echar al PP", como suele decir Sánchez, pero ahora también, con ayuda del PP

Sin embargo, desde las filas del PP rechazan esta posibilidad. El vicesecretario de Comunicación de los populares, Pablo Casado, estaría dispuesto a sentarse sólo por separado con Sánchez y Rivera, sobre la base de una "hoja en blanco", donde empezar un nuevo texto. Sin embargo, los naranjas tampoco quieren eso. Su otro economista, Toni Roldán, ha indicado, desde la sede del colectivo de autónomos –con el que C's y PSOE se han reunido para "enriquecer el texto del pacto" con la sociedad civil– que se negaban a "poner el contador a cero", pues ellos ya tienen "un acuerdo ambicioso, un proyecto". Por lo tanto, piden a Génova sentarse y "que construyan sobre lo que hay". De esta manera, el socio que quieren cooptar, el PP, no queda seducido sobre cómo aglutinar sus propuestas.

La disputa entre los de El Abrazo también es interna por el lado de si Sánchez tiene que liderar el nuevo gobierno –aseguró Rivera que "en ningún sitio del acuerdo" dice que tenga que ser el segundo y negándolo al portavoz socialista al Senado, Óscar López–. Sánchez ha sido taxativo esta mañana a dichos efectos, afirmando que él ya "se ve en Moncloa" y "no habría unas nuevas elecciones". Así, no propiciará que Rajoy sea el candidato, ni ningún otro popular, negando también la posibilidad de encontrarse personalmente con él, ya que "para hablar de investiduras, hay que hablar en los equipos negociadores".

A éstos también les emplaza el portavoz de los naranjas, Juan Carlos Girauta, a pesar de que su homólogo del PP, Rafael Hernando, ya da por "muerta" la entente entre sus rivales políticos. "No estamos para menage a trois", ha dicho, "su acuerdo está muerto y enterrado y las exequias se celebraron el día 4", ha sentenciado Hernando. A su vez, el número dos de Ferraz, Antonio Hernando, cree que mantener a alguien del PP sería "continuismo". Finalmente, el secretario general del PSOE emplaza a Pablo Iglesias a "recapacitar", dejando la puerta abierta a un "gobierno de coalición", y sin descartar su vicepresidencia.

PP quiere sentarse por separado con Sánchez y Rivera con una "hoja en blanco", pero PSOE y C's "sin el contador a cero"

Asimismo, sobre qué se puede esperar más del PP a estas alturas, tampoco hay claridad entre las filas de Ferraz. El economista de los socialistas, Jordi Sevilla, indicaba esta mañana que "les facilite la gobernabilidad". Al mismo tiempo, en menos de diez minutos, Sevilla ha acabado afirmando que el PP era necesario, en tanto que el pacto con C's implica reformar la Constitución, y por lo tanto, habrá que contar con su apoyo de alguna u otra forma, sin embargo "desde la oposición", como ha reiterado. Una ayuda que, desde Génova, no piensan dar. En consecuencia, la carta en cuestión sigue siendo un interrogante: o sumar el PP a los acuerdos o que se abstenga para "hacer un retroceso a su obra", como relata el mantra habitual de Ferraz.

Sin embargo, Sevilla podría haber desvelado la verdadera intención de su partido, a modo de lapsus, cuando ha asegurado que si después de todos los intentos que PSOE y C's hacen para que no haya elecciones, la cosa no prospera, "los ciudadanos podrán constatar quién bloqueó el cambio", hacía alusión al PP y Podemos. Precisamente, los mismos ciudadanos que asisten a votar después de las campañas electorales y la celebración de nuevas elecciones.