La larga travesía del PSOE hacia la abstención ha tenido la siguiente parada en el grupo parlamentario en el Congreso, presidido por el presidente de la gestora, Javier Fernández, este martes. El debate sobre un gobierno alternativo está enterrado y los diputados focalizan el análisis en que el "peor" escenario es ahora terceras elecciones. Una mayoría que coincide con este diagnóstico ha tomado la palabra en la reunión –a puerta cerrada–. Ninguno de ellos habría hablado explícitamente de "abstención" –dicen oficialmente–. Según ha sabido El Nacional, es la postura que se podría inferir de la mayoría de los que estaban allí sentados, además de evitar la consulta a las bases.

"Algunos como yo, que defendemos el no al PP y creemos que la decisión la tiene que tomar la militancia, hemos decidido no intervenir porque creemos que este es un debate orgánico y que la discusión no se tiene que tener en el grupo, porque es un instrumento al servicio de la ciudadanía", apuntaba a la salida Adriana Lastra, exmiembro de la ejecutiva disuelta de Sánchez. De ese modo, insinuaba también una mayoría a favor de dejar pasar al Partido Popular. De hecho, Lastra había llegado indignada para "escuchar" después de tantas "deslealtades" vividas en los últimos días.

Parece que las voces sobre la negativa sin cesiones a Mariano Rajoy han aminorado, una vez su líder, Sánchez, ha dimitido. Según ha sabido este diario, solo los diputados madrileños Margarita Robles, Rafael Simancas y el vasco Odón Elorza han hablado en voz alta sobre mantener el no. De la antigua ejecutiva de Sánchez, solo el expresidente del Congreso, Patxi López, ha tomado el micro para asumir el papel de "pacificador", como también lo hizo cuando la crisis del PSOE estalló y las posiciones eran de choque frontal entre los críticos y Ferraz.

Así las cosas, la posibilidad de que la militancia tome parte en la postura –como quiere el PSC– no parece la voluntad de los presuntos abstencionistas. La declaración de Lastra ha sido contundente a esos efectos: "La decisión la tiene que tomar el comité federal, o al menos parece que este plan tienen", aunque los sanchistas quieren que sea la militancia. El hecho es que con mucha probabilidad un voto de las bases en un referéndum sobre la abstención resultaría en no. Generalmente los estratos más próximos a la ciudadanía tienen una posición más extrema, en este cas, "de izquierdas", que la cúpula.

La voluntad de evitar el fracaso por esos medios queda confirmado con Verónica Pérez, presidenta del PSOE-A, quien se ha cerrado este martes a la consulta. Pérez es la misma socialista que la semana anterior se significó como "única autoridad" del PSOE cuando dimitieron los 17 miembros del órgano. Al mismo tiempo, es de la misma sección andaluza que el actual portavoz de la gestora, Mario Jiménez, y ambos, de confianza de Susana Díaz. Precisamente, en la gestora ya hay una mayoría de susanistas bajo el paraguas de Fernández, hombre que fue colocado en el cargo por no tener "ambiciones personales".

Arrinconar a los 'sanchistas' en la bancada

En medio de este clima, la reconciliación parece un camino todavía más largo que la abstención y Fernández está "preocupado" por la división. Algunos diputados del sector crítico dicen que esto ya parece "otro partido" al del sábado. Pero los hechos van en otra línea: la gestora se ha hecho con posiciones mejores en la distribución de los lugares en los escaños del Congreso. Un ejemplo es que Eduardo Madina, quien se disputó con Sánchez las primarias del 2014, ha sido asignado al escaño del exsecretario general. Fuentes socialistas aseguran que Madina mismo ha pedido la rectificación, como se ha hecho.

Los susanistas, como Antonio Pradas, encargado de presentar las cartas de dimisión de 17 de los miembros de la ejecutiva del PSOE, también mejoran el sitio. Y mientras los sanchistas callan, son relegados a posiciones más discretas de la bancada el secretario de organización, César Luena, Pilar Lucio, Adriana Lastra, María González Veracruz o Susana Sumelzo. Incluso la antigua militar Zaida Cantera, apuesta de Sánchez a las listas por Madrid, también ocupará a partir de hoy un escaño en el "gallinero" del PSOE, como también lo hará el líder destronado, hoy ausente en el grupo.