La apuesta plurinacional sin referéndum que el nuevo secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, someterá a votación durante la segunda jornada del congreso federal servirá para reconciliarse con el PSC, después de que el proceso de primarias llevara a Miquel Iceta hace unos meses a distanciarse de él. Como en anteriores ocasiones, los socialistas catalanes mantienen que la fórmula permite construir una alternativa "viable y solvente" al gobierno de Mariano Rajoy y echar el freno al avance del soberanismo en Catalunya –aunque el referéndum tiene fecha para el 1 de octubre–.

El secretario de organización, Salvador Illa, lo manifestó a la entrada del cónclave este viernes tachando "de callejón sin salida" la situación catalana y emplazándose a la ratificación del programa del nuevo líder. Illa alabó el gesto de Sánchez con la inclusión de la alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet, Núria Parlon, como secretaria de cohesión social e integración en la Ejecutiva. Sólo consta su nombre de momento entre los fichajes de Nicaragua, pero Parlon tiene simbolismo, pues siempre ha defendido la apuesta plurinacional y el "no es no" a Rajoy.

Iceta y Sánchez también han suavizado la relación, después de que el segundo viajara a Andalucía para prometer a Díaz que no se posicionaría en primarias. Ambos dirigentes se vieron hace dos semanas en Ferraz en una reunión "monográfica" sobre el procés, algo que sirvió al secretario general para acabar de definir posiciones. Pese a que el PSOE ahora aboga por la reforma constitucional plurinacional, el nuevo portavoz en el Congreso, José Luis Ábalos, advierte que estarán al lado de Rajoy para aplicar la legalidad del Estado e impedir el referéndum.

La "nación" cultural ahora defendida por el PSOE tampoco garantiza el acuerdo fácil con Podemos. Pablo Iglesias marcó distancias durante el debate de moción censura instándoles a ser "valientes" y reconocer que Catalunya era "una nación" política –con derecho a decidir–. Ahí recordó que los socialistas ahora "criminalizaban" a ERC, aunque hicieron un tripartito con el PSC. Al respecto, la única votación que contempla Ábalos es "en el marco de la ley" después de reformar la Constitución –palabras que fuentes próximas a Sánchez desaprueban por "explícitas"–.

Precisamente, una de las enmiendas de la federación de Guipúzcoa –y que se podría aprobar este sábado– es relativa a la creación de una subcomisión en el Congreso en que se exploren soluciones al conflicto catalán y busquen reforzar el autogobierno de Catalunya y normalizar la relación con el resto de España y entre Estado y Generalitat, según el texto. Es el llamado "constitucionalismo útil", como definía Ernest Lluch.

En el marco de las relaciones PSOE y PSC no está previsto corregir el protocolo de unidad firmado con la gestora, al menos en este fin de semana. "Estamos satisfechos, pero no nos negamos a mejorarlo", decía Illa, emplazándose al futuro para abordar la cuestión. El texto fue interpretado en su momento como una forma de laminar la soberanía del partido catalán, por ejemplo, ya que es al partido español a quien le corresponde la fijación de la línea política en "asuntos de naturaleza constitucional" y territorial: es decir, en la reforma del Estatut o el referéndum. 

En cualquier paso, el PSC espera que, como señaló este viernes el secretario de organización, la nueva cúpula de Sánchez dé pasos concretos hacia el federalismo.