Los socialistas están indignados con Quim Torra. Y lo ha verbalizado con una contundencia abrumadora su secretario de organización durante una rueda de prensa para valorar el nuevo mapa de poder local en Catalunya. "No es aceptable que el presidente de la Generalitat divida a los catalanes", ha afirmado Salvador Illa, que ha emplazado "al president Torra a que se atenga a su rol institucional y sea el presidente de todos los catalanes, se comporta más como un hooligan que como presidente de Catalunya".

Torra ha sido muy crítico con los pactos en determinados ayuntamientos, empezando por la alianza de los comunes con el PSC -y la connivencia de Valls- para apartar a los independentistas de la alcaldía de Barcelona, pero siguiendo por Santa Coloma de Farners, su pueblo, donde JxCat había firmado un pacto con los socialistas que el president obligó a deshacer forzando a su partido a entenderse con ERC. Los socialistas denuncian que "no puede negar la legitimidad a ciertos pactos, no hay catalanes de primera ni de segunda, no hay buenos y malos".

Es más, para el PSC estas "desafortunadas palabras no ayudan y pueden haber espoleado determinadas muestras de intolerancia", en referencia a la concentración que se vivió el sábado a Plaza Sant Jaume, pero también al pleno de Santa Coloma de Farners, donde la hermana de Torra llegó a descolgar el cuadro del president. "Él y su familia tenían que tener una actitud adecuada", ha criticado Illa.

Sobre la política de pactos por todo el territorio, desde la dirección socialista aseguran que no ha habido ninguna consigna y que se ha dado libertad para pactar en función del interés local. El PSC ha pasado de tener 123 alcaldías en 89, pero el peso de los municipios donde ostenta el poder es mayor. Gobierna en 16 de las 23 ciudades de más de 50.000 habitantes. Por cierto, en 40 municipios los socialistas gobiernan junto a ERC o Junts per Catalunya.