Los socialistas catalanes han subrayado este lunes la letra pequeña que acompaña el ofrecimiento de mano tendida al Govern de la Generalitat que Miquel Iceta hizo la semana pasada durante el debate monográfico de la Catalunya real. El PSC insiste en que la predisposición es seria, que están dispuestos a desbloquear los presupuestos con dos condiciones: además de la renuncia a la unilateralidad, que una vez aprobados, Torra convoque elecciones.

Durante la comparecencia semanal posterior a la reunión ejecutiva del partido, la última antes de vacaciones, el secretario de organización de los socialistas, Salvador Illa, ha puesto voz a la oferta. Hay que facilitar que haya unas cuentas para que la ciudadanía no se vea afectada por la inacción del Gobierno" y ha señalado que este es "el gran fracaso de ERC", de quien depende el departamento de Economía y que funciona con presupuestos prorrogados desde 2017, los de Junqueras. Eso sí, ha puntualizado que el Govern tendría que convocar elecciones justo después de aprobarlos, aunque no ha aclarado si esta sería una condición sine qua non. Illa ha explicado que no le consta que hayan recibido ninguna llamada de Govern para empezar negociaciones.

Con ERC, no

El viernes pasado el Centro de Estudios de Opinión hizo público su último barómetro. Uno de los datos que se desprendía es que si hubiera unas nuevas elecciones habría una mayoría alternativa a la independentista, que pasaría por un tripartito de izquierdas: ERC+PSC+comuns. Illa ha descartado contundentemente esta posibilidad, "mientras no haya renuncia clara a la independencia como objetivo de Catalunya y a la vía unilateral" por parte de los republicanos.

La vía portuguesa

Desde la dirección del PSC defienden a ultranza el papel de Pedro Sánchez durante las negociaciones para intentar la investidura. Por eso apuestan ahora por "volver al escenario que dibuja IU, un gobierno a la portuguesa, de los socialistas con el apoyo externo estable de Unidas Podemos". Según la cúpula de los socialistas catalanes "es la más factible y la que se tendría que trabajar en agosto".

Sobre la petición de los comunes, que instan en Miquel Iceta a arremangarse para presionar en las negociaciones, Illa ha sido explícito: "a buenas horas, mangas verdes", un reproche directo a los de Ada Colau, que el PSC considera que habrían podido hacer más para convencer a Pablo Iglesias.