El Parlament ha celebrado este martes por la tarde un pleno monográfico sobre la seguridad en el país, un debate que pidió el PSC y que se suma al de energías renovables que se produjo hace dos semanas y el de Rodalies, pedido a instancias del president Pere Aragonès, que se hará en las próximas dos. A pesar de exhibir un tono constructivo, la mayoría de los grupos de la oposición han reclamado cambios en la estrategia de seguridad en Catalunya ante el incremento de los hechos delincuenciales, de la percepción de inseguridad y de los disturbios de los últimos meses en algunas localidades del país, como Mollet del Vallès, Sant Feliu de Llobregat o Manresa. En este sentido, los socialistas han trasladado su "preocupación" por la situación actual y la percepción de "impunidad" que hay en algunos casos. El diputado Ramon Espadaler ha instado al Departament d'Interior, encabezado por Joan Ignasi Elena, a "cambiar el rumbo" de las políticas de la conselleria y "enviar a la papelera de la historia" la dirección imprimida "acordada con la CUP" cuando los anticapitalistas anunciaron que darían apoyo a la investidura de Aragonès: "Ya que ahora no les dan apoyo, abandonen lo que pactaron y restituyan la autoridad de aquellos que nos protegen".
Quién fue conseller de Interior, ahora en las filas del grupo parlamentario del PSC, ha sintetizado la hoja de ruta que plantean los socialistas en tres ejes: "Mano de hierro con los delincuentes, trabajo conjunto con los ayuntamientos y cuidar a aquellos que nos cuidan; hace falta empoderar a la policía y subrayar su autoridad". Espadaler ha reprochado el discurso "poco autocrítico" del president Aragonès y del conseller Elena, apuntando que entonces no sabía "por qué hay problemas de seguridad si las cosas se hacen tan bien". "Esconder la cabeza bajo el ala no nos lleva a ningún sitio", ha sentenciado. En el marco de este debate, también ha intervenido el primer secretario del PSC, Salvador Illa, que ha hecho un llamamiento a no "hacer alarmismo" y a aprovechar el monográfico de seguridad para trasladar un "claro mensaje de apoyo a las fuerzas de seguridad".
Desde Junts, el presidente del grupo parlamentario, Albert Batet, ha enfatizado que el Govern "no está haciendo bien las cosas" porque, a pesar del incremento de efectivos, hay un incremento de la inseguridad y de los hechos delincuenciales: "Es evidente que alguna cosa falla en la gestión del Departament". Por este motivo, Batet también ha apelado a cambiar el rumbo y ha pedido "más participación, acción y transparencia" a Aragonès y Elena con el objetivo de "revertir el incremento de la inseguridad". El dirigente juntaire ha subrayado el apoyo del partido a los Mossos y ha pedido "no desprestigiarlos". De hecho, Junts ha propuesto que los Mossos puedan ser miembros de pleno derecho en organismos internacionales, de manera que se vaya más allá de la cooperación con estas instituciones: "La soberanía beneficia la calidad de vida de los catalanes". En paralelo, la diputada juntaire Mercè Esteve ha criticado que un Govern con 33 diputados "decida la estrategia en seguridad de manera unilateral".
La CUP pide "más inversión social" para tener más seguridad
Por su parte, la CUP ha criticado los discursos de la "persecución, miedo, exclusión, de todos contra todos y de la muerte de los derechos" que pronuncia la extrema derecha y ha alertado del hecho que haya otras formaciones que acaben asumiéndolo y tomándolo como propio". El diputado Xavier Pellicer ha defendido que aquello que genera inseguridad son las "falsas certezas en momentos donde todo está en cuestión" y ha querido dirigir un "mensaje de esperanza": "Nos aferramos a vivir vidas dignas, solo colectivamente daremos respuesta a las múltiples crisis de la sociedad". Según los anticapitalistas, el mejor antídoto contra la inseguridad es la construcción de "comunidades cohesionadas y fuertes", hecho que se traduce en que haya más "inversión social": "Hablar de seguridad es hablar de derechos sociales, para toda la población y sin exclusiones, hablar de vidas dignas". Desde los comunes, también han reclamado que, para ganar seguridad, hay que combatir las desigualdades. Finalmente, Vox, Cs y PP han puesto el acento en el incremento de los hechos delincuenciales y la formación de extrema derecha ha acusado al Govern de convertir Catalunya en el "paraíso de la delincuencia": "Son unos negacionistas de la inseguridad".