La reforma del delito de sedición se acerca, pero todavía está lejos. El PSC y los comuns han querido decir la suya este lunes sobre cómo avanzan las negociaciones para modificar el código penal, y todo ello ha servido para evidenciar que los socialistas acabarán teniendo la última palabra de entre los dos socios de coalición en el Gobierno. La portavoz del PSC, Èlia Tortolero, ha enfriado las expectativas de conseguir un acuerdo pronto, recordando que la reforma tiene que pasar por el Congreso de los Diputados y necesitará una mayoría parlamentaria para aprobarse, copiando el mismo discurso que hace meses que arrastran los socialistas. "Trabajaremos cuando estén las mayorías y sea el momento", ha añadido. "El PSC estamos a favor, pero hay que trabajarlo". Eso sí, ha querido eliminar cualquier duda que su partido no esté comprometido recordando que el presidente español, Pedro Sánchez, lo acordó antes de ser investido y que, por lo tanto, lo cumplirá.

Precisamente, esta misma mañana El País ha adelantado que el jefe del ejecutivo central está dispuesta a reformar el delito de sedición rebajando las penas para equipararlas a las principales democracias europeas. El diario recuerda que en España el delito de sedición tiene una condena de 15 años, y según los estudios que conoce el gobierno de Sánchez, la media europea está en torno a los seis años, e incluso hay varias potencias europeas que se sitúan por debajo de esta media. Además, la legislación europea es mucho más permisiva tanto con los delitos de sedición como los de rebelión, incluso algunas legislaciones ni las contemplan. Ahora bien, aunque está dispuesto a rebajar los años de condena, Sánchez en ningún caso está dispuesto a eliminar el delito o reducirlo por debajo de la media europea.

Una reforma, pues, que obligaría a sus socios en el Gobierno a asumir concesiones. Los lilas se han pronunciado en varias ocasiones a favor de rebajar considerablemente los años de condena, pero también han ido más allá reclamando que no exista la sedición si no está el uso explícito de armas. Ahora, sin embargo, aceptan que, con el fin de sacar adelante la reforma del código penal, ellos mismos tendrán que rebajar sus expectativas. El portavoz de los comuns, Joan Mena ha celebrado que tanto socialistas como ERC estén dispuestos ahora a negociar la reforma de la sedición, después de haberlo reclamado durante muchos meses. "Es de sentido común homologarnos a la justicia europea", ha remarcado. Eso sí, el mismo Mena no ha querido poner líneas rojas a la negociación. A pesar de reconocer la legitimidad de la propuesta de su partido, ha subrayado la importancia de conseguir un acuerdo con el PSOE, ERC y las otras fuerzas que tendrán que votar la reforma en el Congreso de los Diputados. "Hay que priorizar la negociación y el acuerdo".