El PSC y los comuns han vuelto a hacer suyo el clamor para reformar el delito de sedición. Con todo, después de que el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, afirmara en una entrevista que su grupo parlamentario es partidario de reformar esta norma para que la legislación penal española "esté homogeneizada con el resto de legislaciones penales de países de nuestro entorno", pero recordaba que en el Congreso no existe una "mayoría para abordarla". Y es que esta propuesta no cuenta, ahora mismo, con el apoyo de ninguno de los partidos independentistas a las Cortes españolas: Esquerra Republicana y Junts ya han manifestado reiteradamente que ellos son partidarios de la amnistía, y que ven con recelos la reforma de este delito.

Ahora bien, eso no evita que este lunes, y aprovechando que el viernes se reunirán, por fin, los presidentes de la Generalitat y del Gobierno, Pere Aragonès y Pedro Sánchez, las filiales catalanas de los partidos que conforman al ejecutivo de coalición hayan presionado para hacer posible la modificación de la sedición. Primero ha sido el turno de los comuns. El portavoz, Joan Mena, se ha dirigido directamente a ERC, reclamando que se sumen al "bloque político" partidario de esta medida. "Podríamos acabar el año con el delito de sedición modificado", ha dicho. Mena ha señalado que hay más medidas para desjudicializar el conflicto con el Estado (cómo se pactó a la reunión Vilagrà-Bolaños del viernes pasado), pero que "todas pasan por la modificación de la sedición", y lo ha situado como una vía prioritaria. Para los comuns, modificar la sedición permitiría a los exiliados independentistas devolver a Catalunya "con la máxima normalidad posible". Sin embargo, no ha dirigido su reclamo a Junts, sino que lo ha centrado exclusivamente hacia los republicanos.

Para el PSC, esta medida también es necesaria, si bien no la han compartido con la misma energía que lo han hecho los comuns. La portavoz, Elia Tortolero, ha defendido que los socialistas "siempre" han sido favorables esta vía. "Si fuera posible, valoraríamos este escenario, porque ya dijimos en su día que estamos a favor", ha dicho. Ahora bien, ha recordado que la aritmética parlamentaria, hoy por hoy, no es la necesaria, ya que "no tiene los votos necesarios para tirarla adelante". Tortolero no ha hecho ninguna apelación directa a ERC, si bien ha hecho evidente que cualquier modificación del delito de sedición tendría que contar con el apoyo de alguna formación independentista para sacarla adelante.

Presión para Laura Borràs

Los dos partidos también se han pronunciado sobre la situación de la presidenta del Parlament, Laura Borràs, sin cambiar tampoco de retórica en su insistencia para que abandone el cargo antes de que el reglamento la haga caer. Desde el PSC, Tortolero ha recordado que fue la formación de la presidenta (a través de Junts pel Sí) quien dio apoyo a la propuesta de la CUP para incluir el artículo que la haría caer cuando se abra el juicio oral. Mena ha estado más contundente, avisando de que el reglamento "no es un menú a la carta para Borràs", y ha criticado que la presidenta mezcle el debate sobre la aplicación de la normativa con su presunción de inocencia.