A pesar del optimismo con que afronta el reto del proyecto Yolanda Díaz, la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo sabe que el camino no será fácil. Desde la marcha de Pablo Iglesias en mayo de 2021 después del fracaso a las elecciones madrileñas, la gallega se ha erigido en su sucesora natural, designada de hecho por el mismo Iglesias. Sin embargo, Díaz no llegó a lanzarse a la piscina, y desde el primer momento se ha mostrado cautelosa sobre la posibilidad de acabar liderando la izquierda española en las generales del próximo año. Así lo demuestra el hecho de que tardara un año en presentar oficialmente su plataforma, Sumar, la cual quiere que sea una candidatura "amplia", que acoja diferentes sensibilidades en su carrera hacia La Moncloa.

Al principio de julio, Yolanda Díaz comparecía ante un amplio público en Madrid para presentar su proyecto, que describe, de momento, como un proceso participativo con el cual pretende recorrer todos los rincones del Estado para acabar elaborando "una propuesta de contrato social para la próxima década que se presentará en 2023". La idea de la vicepresidenta es llegar a aglutinar todos los movimientos y partidos a la izquierda del PSOE con el fin de presentarlos en una sola lista a las elecciones generales de 2023. En su manía para alejar Sumar de las formaciones políticas, también pidió que no estuvieran presentes las principales figuras del espacio ideológico confederal, como la alcaldesa Ada Colau y las ministras de Podemos Ione Belarra e Irene Montero.

Ahora bien, es precisamente desde este espacio político de donde podrían salir los principales obstáculos en el camino de Díaz, a pesar de su voluntad para que este fuera plácido. Ione Belarra, líder de Podemos, ya advirtió ayer que la estrategia de su partido con Sumar es como "aliado electoral". Mientras que el proyecto de la gallega querría hacer de paraguas para incorporar todas las formaciones a la izquierda del PSOE, los herederos de Pablo Iglesias no están convencidos con esta opción y no quieren perder relevancia. Si bien Belarra aseguraba que Díaz es la mejor candidata para el 2023, también mantenía que, hoy por hoy, se plantean una sola posibilidad: "Construir candidaturas unidas y fuertes en todos los territorios", siempre con Podemos y Sumar participando por igual.

Más voces que tensan el proyecto

La posición de Podemos no es sorprendente por el músculo con el cual cuenta y su importante presencia dentro de la coalición confederal. Ahora bien, ya empiezan a aparecer ves de otras formaciones minoritarias que también están poniendo en duda la estrategia de Díaz con respecto a la cuestión de los partidos. Hoy ha sido el diputado de Unidas Podemos, Juantxo López de Uralde, que es también coordinador del partido Alianza Verde, quien ha pedido a la ministra ser "un poco más explícita" respecto del rol de los partidos dentro Sumar. Si bien ha afirmado que el proyecto de Díaz apuesta por que todos los grupos en el nuevo espacio se integren, ha querido ir más allá: "Lo que se tiene que definir, y en eso quizás Yolanda tiene que ser un poco más explícita, es cuál será el rol de los diferentes partidos que conformamos el espacio para construir Sumar. "Lo único que queda para ver es cómo se constituye, si es una confluencia, una coalición o una única fuerza", ha añadido. Esta es, precisamente, la duda que Belarra situó ayer sobre la mesa.

Pero Uralde aún ha ido más allá, y en la misma entrevista en la cual ha compartido estas palabras también se ha referido a los plazos que prevé Díaz con el fin de poner el proyecto a caminar. Lejos de ninguna prisa, la gallega apuesta por conformar Sumar con bastante lentitud. De hecho, ya ha advertido que la plataforma no estará terminada de cara a los comicios municipales y autonómicos que tendrán lugar el próximo mayo, lo cual dibuja aún otro año de proceso para acabar de dibujar Sumar. Esta cuestión tampoco acaba de satisfacer Uralde, si bien reconoce que es "muy difícil determinar cuál es el ritmo adecuado para un proceso tan complejo". El vasco querría que se avanzaran los plazos, pero también ha rebajado la presión afirmando que este punto también corresponde a Yolanda Díaz.