Las encuestas electorales ya preveían el gran descalabro de Ciudadanos en el Parlamento, pero antes de entrar en periodo electoral, el presidente inhabilitado, Quim Torra, ya profetizó la derrota del partido liderado por Carlos Carrizosa. Concretamente, Torra, en una sesión de control previa al confinamiento por la Covid, ya aseguró que, si seguían por el mismo camino, el grupo parlamentario de 36 diputados quedaría reducido a cinco o seis escaños, justamente el mismo resultado que consiguieron este domingo.

Para llegar a la cifra de seis diputados de Ciutadans, Torra relacionó las sesiones de control del Parlamento con intervención de Ciudadanos y los votos que había perdido la formación a las últimas elecciones generales, celebradas el 10 de noviembre de 2019, con respecto a las del 21-D, cuando ganaron las elecciones con 36 diputados. Los votos perdidos fueron 900.000 aproximadamente.

Torra hizo una regla de tres y el resultado era que la formación de Carrizosa perdía 36.000 votos por cada sesión de control, por eso calculó que, en los siguientes comicios catalanes pasarían a ser solo cinco o seis, si no se le ponían manos a la obra. ¿El resultado? Torra acertó de lleno su particular apuesta sobre los futuros escaños de Ciudadanos en el Parlament.

Hay que apuntar que las palabras de Torra fueron durante la sesión de control inmediatamente posterior a las últimas elecciones generales, celebradas el 10 de noviembre de 2019. En aquellas elecciones, la formación consiguió a solo 10 diputados en toda España y dos en Catalunya.

Descalabro histórico

El descalabro de Ciudadanos a las elecciones del domingo pasado fue histórico y sin ningún precedente. Pasaron de 36 a 6 diputados, pasaron de ser la primera fuerza a ser prácticamente residuales en el parlamento. El fracaso fue estrepitoso y ha dejado en una posición muy comprometida el partido de Inés Arrimadas en Catalunya con solo seis diputados y poco más de 155.000 votos y un porcentaje del 5,5%.

Estas cifras quedan mucho lejos de las de hace tres años de ahora hace cuatro años (36 diputados, 1.109.732 votos y un 25,35%). Ahora se tendrá que ver qué pasa a partir de ahora con Carrizosa, que ha sido el líder naranja esta campaña, aunque ya ha asegurado que no se está planteando dimitir, ya que desde Ciudadanos han justificado los resultados con el alta abstención del domingo, que rozó el 47%.

La otra señalada por los malos resultados de Cs ha sido Arrimadas. Este lunes varios diputados del partido pidieron dimisiones a la ejecutiva, aunque la presidenta de Cs ha afirmado este martes por la mañana que, se siente "más reforzada que nunca" para seguir comandando el partido y seguir implantando el proyecto que inició hace un año cuando accedió a la presidencia después de la dimisión de Albert Rivera.

"Me siento con el apoyo del partido", ha asegurado Arrimadas en una rueda de prensa en la sede de Ciudadanos después de un encuentro del Comité Permanente de la formación. En este sentido, ha asegurado que después de la reunión del lunes -en la cual varios dirigentes reclamaron cambios en la cúpula del partido por el resultado del 14 de febrero en Catalunya- se siente "más reforzada que nunca, con más fuerzas y con más convencimiento para seguir adelante".