El Frankfurter Allgemeine Zeitung, el principal diario de Alemania y referente en el mundo económico, ha puesto hoy deberes a España en su comentario editorial, que se titula Unidos en la diversidad. El rotativo defiende el auto que dictó el Tribunal de Schleswig-Holstein que puso en libertad al president Carles Puigdemont y desestimó la acusación de rebelión, y señala que España tiene cosas que hacer a raíz de ello.

La primera de ellas es aclarar que en la euroorden que dictó el juez Pablo Llanera la acusación de malversación (la única que le queda para poder extraditar a Puigdemont) no está fundamentada. "España todavía lo tiene que demostrar (Den muss Spanien noch untermauern, dice en alemán)". Da a entender que, si no lo hace, Puigdemont quedará en libertad.

El comentario editorial, escrito por el jurista Reinhard Müller, precisa que España no sólo está obligada a aclarar eso "sino otras cosas". Pide que el Estado español desescale, en sintonía con lo que piensa la cancilleria alemana"El Gobierno central y el Tribunal Constitucional tienen que proteger los derechos constitucionales y europeos de Catalunya y de los catalanes. Hasta cierto punto, no sólo la Constitución sino también los Tratados europeos y las normas del Derecho internacional garantizan a los pueblos y a los grupos étnicos, también dentro de los mismos Estados, la determinación de sus cuestiones. La violencia y las aspiraciones de independencia se producen sobre todo cuando se ignora el autogobierno y se suprime la autonomía que se había prometido", advierte.

La posición del editorial es que no se puede mantener una unidad por la vía de la represión, y pone como ejemplo de prueba los Länder de Alemania. La unidad se mantiene por la voluntad de sus miembros.

"Tampoco se podría obligar a ningún Estado federado alemán a permanecer en la República Federal de Alemania a largo plazo. Eso también se podría aplicar a la UE, como asociación de Estados constitucionales democráticos. La UE vive de la diversidad de identidades nacionales, autonómicas y de otro tipo, y del hecho de que todos se adhieren a lo que se ha acordado de manera conjunta. Eso, y no un poder central uniformador, es un valor y un atractivo único, especialmente en momentos difíciles," subraya.