El empresario Juan Carlos Cueto, señalado como uno de los cerebros de la presunta trama de corrupción que cobraba comisiones ilegales con contratos de mascarillas durante la pandemia de la covid, estaba citado a declarar este miércoles. Cuando la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil autorizó hace una semana las detenciones, él se encontraba fuera de España.

Cueto ha llegado la Audiencia Nacional sobre las 9:30 horas, pero solo ha contestado a las preguntas de su defensa para negar cualquier irregularidad en los contratos. Según su versión, las mascarillas se vendieron "por un precio justo" y en ningún momento se hinchó su precio a fin de que los implicados se quedaran con comisiones. En este sentido, ha defendido que en ningún momento tuvo intención de aprovecharse de la situación, si no "ayudó a los españoles". Para justificar a su testigo se ha apoyado en un informe de KMPG donde se recoge el precio de los materiales, y se demuestra que corresponden con el precio de mercado. Además, ha apuntado que la operación fue muy costosa, en la cual tuvieron que hacer muchos viajes a China. Finalmente, el juez lo ha dejado en libertad con medidas cautelares con la prohibición de salir de España.

Cabecilla de la operación

Según los investigadores, Juan Carlos Cueto era el cabecilla de la operación y el que controlaba Soluciones de Gestión, empresa beneficiaria de las adjudicaciones por unos 54 millones de euros, junto con otro de los investigados. Víctor de Aldama, empresario y presidente del Zamora CF. La Fiscalía sostiene que Soluciones de Gestión "habría sido utilizada como una empresa instrumental en un proyecto común". Y calcula que las adjudicaciones investigadas "generaron un beneficio económico" a De Aldama, de 5,5 millones de euros, y a Cueto, "titular de hecho de la mercantil", de 9,6 millones de euros. Además, asegura que el exasesor de Ábalos, Koldo García, podía haber ejercido un papel de intermediario al aportar información sobre los procesos de adjudicación de material sanitario, que habrían partido del Ministerio de Transportes, a cambio de comisiones.

La investigación apunta que Cueto y De Aldama jugaron un papel clave en la trama. La fiscalía considera que el presidente de Zamora disfrutaba "de una cierta prevalencia" en el ministerio de Transportes, y supo que el ministerio necesitaba comprar material sanitario ante la llagada de la covid. En este momento, decidió ponerse en contacto con Cueto —con quien ya había hecho negocios antes— "De Aldama no disponía de los medios humanos y materiales necesarios, así como de la financiación suficiente para abordar el proyecto en solitario, habría contactado con el grupo Cueto" apunta la querella presentada en la Audiencia Nacional. 

El ministerio apunta que el primer contrato que fue investigado fue el adjudicado en Puertos del Estado —de 20 millones de euros—, de donde Koldo García formaba parte del consejo. El segundo se adjudicó a un ente dependiente de su ministerio, ADIF —de 12,5 millones de euros— donde también asesoraba a García. "Los contratos posteriores se adjudican por el Ministerio del interior a consecuencia de las decisiones del Ministerio de Transportes", asegura. Otro expediente adjudicado en abril del mismo año por Subdirección General de Gestión Económica y Patrimonial por 3,4 millones de euros. Además, la empresa también se adjudicó contratos con el servicio canario de Salud, en concreto 4 con un valor de 12,3 millones de euros, y con el de las islas Baleares por 3,7 millones de euros.

Relación entre Cueto y Koldo

El Ministerio Público asegura que Juan Carlos Cueto y Koldo García mantuvieron su relación "durante la adjudicación de los contratos investigados". La Fiscalía considera que está claro que Cueto y Aldama un mes antes del estallido de la operación seguían teniendo "asuntos en común, algunos de ellos relevantes" en el marco de la causa. En concreto, el pasado 26 de enero Aldama "habría dado a Cueto algún objeto" al que el mismo de Aldama se refirió como "chorizos". Para Anticorrupción resulta sorprendente que solo unos días después Cueto le explicara a Koldo que estuvo con De Aldama, "al que le habría dado una cosa de la que hablarían en persona". Además, Cueto le informó —en relación con de Aldama— que "las aguas pueden volver a su cauce". Según la Fiscalía, eso implicaría que los tres investigados "siguen manteniendo asuntos en común".