Aplausos en la prensa española por la intención del Tribunal Supremo de cambiar el delito de rebelión por el de sedición para saciar su empeño de extraditar a Carles Puigdemont. Mientras la prensa alemana carga contra la justicia española por sostener que el Govern cometió actos violentos por "atraer a dos millones de votantes a votar de forma ilegal", los diarios de Madrid vuelven al ataque y critican que el tribunal de Schleswig-Holstein descartara devolver al president al no considerar que había cometido ningún delito de rebelión a diferencia de la Sala de lo Penal del Supremo, que da la razón al magistrado del mismo tribunal Pablo Llarena.

La postura del Supremo, que afirma ahora que "si hubiera intervenido un número suficientemente grande de policías es muy probable que todo acabara en una masacre y entonces sí sería muy factible que el resultado de la euroorden fuera muy diferente" es alabada, sobretodo por El MundoLa Razón y ABC, que consideran que el tribunal español ha dado un "repaso" a la justicia alemana.

De este modo, y sin tener en cuenta el cambio constante de argumentos de los magistrados españoles para probar, de todas todas, que Alemania extradite a Puigdemont, los editoriales y opiniones de los principales diarios españoles se llenan hoy de elogios y alabanzas que dejan en entredicho y cuestionan la justicia extranjera para dejar a la española como la justicia suprema incuestionable que siempre, siempre tiene razón.

Verdad verdadera

Bajo el título: "El Supremo da una lección a Alemania", La Razón se lamenta de que si fuera por el tribunal alemán, "la euroorden no existiría y los delincuentes podrían encontrar santuarios a la vuelta de la esquina", mientras celebra que la Sala de Apelaciones del Supremo dé la razón a Pablo Llarena, por lo que consideran una "exposición jurídica contundente y rigurosa" que "constituye un grave reproche al tribunal de Schleswig-Holstein, al que coloca ante el espejo de sus insuficiencias".

Sin ningún tipo de problema, los de Francisco Marhuenda se ponen de parte de la justicia española y elogian el fallo del Supremo sosteniendo que "es enérgico y suma párrafos incontestables que describen con rigor quirúrgico las conductas de los encausados secesionistas, pero sobre todo los desmanes de los magistrados alemanes".

De hecho, no se paran ni un segundo a no juzgar la justicia alemana y, precisamente en este sentido, sueltan que la del tribunal español es "una descripción de los hechos definitiva para cualquier jurista solvente, medianamente interesado y que no esté condicionado por la propaganda golpista o no milite en la trama contra la democracia española", al mismo tiempo que concluyen que, por supuesto, la del Supremo es una "verdad judicial" en toda regla "sustentada por pruebas abrumadoras para todo aquel que quiera aceptarlas".

Pero, por pena suya, el tribunal alemán no planteó las cosas como lo expuso el Supremo y eso entristece, y mucho, a La Razón, que vuelve a ovacionar al tribunal español por haber realizado "un auto aleccionador que en sí mismo supone un testimonio de cargo contra un tribunal, en este caso, alemán, que sirvió mal al derecho y de paso a la democracia como principio de convivencia". 

Ridículo asegurado

Animando a leer todo el auto del tribunal español, El Mundo celebra que el Supremo de la razón al Supremo. "Conviene leer despacio las 38 páginas del auto en el que el Tribunal Supremo expresa su contundente respaldo al criterio del magistrado Pablo Llarena", comienza el editorial titulada "Poderosa réplica a la humillación".

Y sigue asegurando que "conviene leerlo despacio porque contiene el expresivo relato de un golpe de Estado contemporáneo, de sus circunstancias reales y de sus consecuencias legales", así como "porque supone la más poderosa respuesta institucional a la humillación infligida a España por la decisión del tribunal regional de Schleswig-Holstein".

Justamente por eso, el diario citado sostiene que el auto del Supremo "ridiculiza la consistencia jurídica de la sentencia del tribunal regional de Schleswig-Holstein, tan apresurada y neciamente aplaudida por el papanatismo hispanófobo de guardia, el nacional en primer lugar", al mismo tiempo que aprovecha la ocasión para cargar contra el gobierno del PP por su "pasividad" ante las actuaciones del independentismo.

Ahora bien, El Mundo se lamenta de que "es tarde para desear alternativas", y se muestra esperanzado en el hecho de que "el Tribunal de Justicia de la Unión Europea tome nota y devuelva el prestigio a la figura de la euroorden".

Mientras, El País ABC dedican sus editoriales a otras cuestiones. El primero a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, y a los ERE de Andalucía y, el segundo, al "Relato de una agresión terrorista", en referencia al juicio a los acusados por terrorismo por una pelea de bar en Alsasua, un pueblo de tan solo 7.500 habitantes y una pelea que se produjo entre ocho jóvenes y dos guardias civiles para quienes la fiscalía pide 370 años de cárcel.