La prensa española de este viernes reserva los espacios principales de sus portadas y las editoriales a la crítica a la política inmigratoria de Pedro Sánchez -así lo hacen El Mundo, La Razón y El País- y, en el caso del ABC, al rechazo argentino al aborto con el titular 'Argentina elige la vida'.

Con todo, la situación en Catalunya no pasa desapercibida -excepto en el caso del mencionado ABC, que hace portada monográfica- y se nota el interés creciente por lo que pueda pasar el próximo viernes, en el aniversario de los atentados del 17 de agosto en la Rambla de Barcelona y Cambrils.

En este sentido, el inicio de la campaña de Òmnium Cultural dirigida a los turistas, y la intención de la entidad de aprovechar el 17-A para recordar "a los servidores públicos que se dejaron la piel por la seguridad de la gente del país", en referencia al conseller Forn, ahora en la prisión, y al Major Trapero, relegado a tareas administrativas, sirve a 'El Mundo' para asegurar que 'Òmnium utilizará el 17-A para enaltecer a imputados del 'procés'', añadiendo que 'El separatismo hará un homenaje a Trapero y en el ex 'conseller' Forn en el acto por las víctimas'. Que se reconozca la tarea de los dos principales responsables de seguridad en aquel momento trágico, artífices de la operación que eliminó la célula terrorista a pocas horas del atentado parece pues inoportuno.

Así también se expresa 'La Razón', que considera que 'Òmnium pide homenajear a Trapero y Forn el 17-A', un titular a partir del cual se desarrolla la idea de que "el independentismo mantiene su objetivo de politizar el aniversario del atentado".

De hecho, el 17-A tiene todos los puntos para convertirse en el día informativamente más denso del mes de agosto, y no sólo por la presencia del rey, sino también por las disensiones entre el soberanismo sobre la manera como hay que asumir esta visita real. Esta situación la aprovecha 'El País' para hurgar en la herida. "El plan de boicoteo a Felipe VI ahonda la división del independentismo', es su titular, que convierte el deseo de Òmnium de primar el recuerdo de las víctimas y el papel de los responsables de seguridad por encima de los visitantes ilustres que puedan hacer acto de presencia en una muestra de un independentismo resquebrajado. Colando, eso sí, la posibilidad de boicot real y monarquico.