La situación se precipita y, con ella, la prensa española se lanza a la desesperada a pedir al Gobierno que aplique ya el artículo 155 de la Constitución para fulminar la autonomía de Catalunya o bien que el president, Carles Puigdemont, convoque de una vez elecciones autonómicas que permitan evitar la aplicación de la ley.

Los argumentos se vuelven repetitivos, aunque se nota cierto temor por la incertidumbre diaria que vive Catalunya, pero también España. El hecho de que ayer la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) soltara que el PIB del Estado puede caer 12.000 millones por el caso catalán ha conducido a los diarios de Madrid a reaccionar de una forma todavía más exasperada. 

Esta noticia "exige una reacción contundente" por parte del presidente español, Mariano Rajoy, quien consideran que debería de haber hecho ya un movimiento más contundente contra la autonomía de Catalunya y a quien le piden que "supere el vértigo" y actúe de una vez por todas. Justamente por eso, algún diario ha ironizado con la imagen del "juez suplicando al delincuente" haciendo referencia a la "larga espera" del jefe del ejecutivo español que, de momento, no ha movido ficha.

El fracaso del 155

La editorial de La Razón exige al president que convoque elecciones autonómicas "para frenar la puesta en marcha del artículo 155" porque ésta, a su juicio, sería la solución "de momento" para "salir de una crisis que puede llevarnos a un bloqueo institucional sin precedentes".

La idea que tiene este diario es que los independentistas "tampoco descartan forzar escenas de violencia para poder rentabilizarla", puesto que Puigdemont "puede llevar la situación hasta el límite porque en estos márgenes de ilegalidad y deslealtad es donde florece lo mejor de su épica".

Todo esto desembocaría en que "conseguirían un Estado pero perderían una nación" y es precisamente por eso que opinan que "la convocatoria de elecciones es la mejor salida en términos democrático" porque, además, de este modo se "rompería una mayoría demasiado minoritaria para proclamar la independencia".

En esta línea, los de Francisco Marhuenda ponen de relieve que "la intervención de la Generalitat supondría un rotundo fracaso para el nacionalismo, aunque se trata de un escenario deseado por los más irredentos, ya que les permitiría poner en marcha la DUI".

El deber de Rajoy

El Mundo va un paso más allá y en su editorial, que lleva por título "El deber de Rajoy es restaurar ya la legalidad" porque la respuesta de Puigdemont será previsiblemente la misma —pedir diálogo— y, justamente por eso, consideran "al Ejecutivo se le habrán acabado las excusas para no aplicar el artículo 155 de la Constitución".

Lamentándose—visiblemente— de que aunque el president respondiera el lunes sin aclarar si había declarado, o no, la independencia, "y aunque la vicepresidenta tachó de "inaceptable" la carta de Puigdemont, el Ejecutivo se remitió al plazo que hoy concluye e incluso en las últimas horas ha dejado caer que abortaría el 155 si el president convoca elecciones autonómicas anticipadas", el diario citado pide a Rajoy que no siga "dilatando los tiempos", así como que "asuma de una vez que la Generalitat es ya un Gobierno autonómico que se ha declarado en rebeldía".

Por eso, la actuación de Rajoy es clave. Y el rotativo citado lo tiene claro: "lo hará con el suficiente liderazgo operativo y político que permita preservar los derechos y libertades de todos los españoles y, al mismo tiempo, enviar una señal de confianza a ciudadanos y empresarios". Para hacerlo, el jefe del ejecutivo estatal deberá buscar a alguien que asuma el control, "al menos, de la Conselleria de Economia y de los Mossos d'Esquadra".

En su segunda editorial, también dedicada sutilmente a Catalunya porque ni la cita, El Mundo expone que "atajar y revertir el adoctrinamiento beneficia a todos" y asegura que "el separatismo tiene una fuente identificable: la degeneración de la competencia educativa en ingeniería social, al amparo de un poder autonómico sostenidamente desleal".

Por eso pone encima de la mesa que "cegar la fuente de la xenofobia supremacista, además de enseñar a los niños la verdad histórica sobre España, debería ser el objetivo de cualquier estadista" y sostiene que "los efectos de esa claudicación están a la vista".

Catalunya, en el agujero

Así titula El País su editorial, donde relata que, desde hace 40 días, Catalunya "habita un limbo legal e institucional, carece de seguridad jurídica y la vigencia de la democracia está en entredicho", después de que en el pleno de los días 6 y 7 de septiembre se hiciera un "golpe parlamentario".

A su parecer, Rajoy ha sido "mal asesorado en su alianza con el igualmente desconcertado y desconcertante Pedro Sánchez" y todo esto está comportando que no solo la sociedad catalana esté "irritada", sinó "la sociedad española en su conjunto", que "está cayendo ahora en el abatimiento y la frustración".

Es aquí donde empieza a cargar contra los dirigentes estatales soltando que "ante la mirada vacilante de nuestros dos principales dirigentes políticos, que callan casi todo el tiempo para ocultar su incapacidad, el Estado de derecho, el sistema democrático y hasta la economía de mercado están en entredicho", pero luego critica que el Govern "no se haya atrevido a activar las leyes de la desconexión".

Ahora bien. Acaba reprochando a los de Rajoy que "el Gobierno central parece pensar que con no visualizarse la declaración de independencia, todo está arreglado y nada es un problema".

Desmontar la amenaza

Para ABC, una convocatoria de elecciones podría hacer que Catalunya "retomar la senda de la legalidad", sin embargo, a su juicio, "aún quedaría la parte más compleja y necesaria: un nuevo Gobierno que empezase a desmontar el andamiaje de la amenaza separatista en el futuro" porque sostienen que "de nada serviría convocar comicios y tener un nuevo Gobierno catalán que dejase en suspenso el chantaje al Estado para volver a plantearlo pasados unos meses".

Así lo exponen en su editorial titulada "Puigdemont no merece árnica" y, una vez abandonada la vía de la comprensión, establece que "el artículo 155 y el Código Penal son las únicas alternativas fiables contra los delincuentes que han puesto al Estado en jaque".

Precisamente por todo esto, el diario citado se felicita porque, ahora sí, "el Gobierno tiene un plan", un plan que, según ven muchos, se establece como infalible ante el "desafío soberanista". Un plan que cuenta con el apoyo de PSOE y Cs, aunque no con el "acólito del separatismo", que, según ellos, es Podemos.

Y eso no es todo. Según sostienen, Puigdemont "comete la indecencia de hablar de presos políticos y condena a Catalunya a una alarmante crisis económica" y, además, "comete un inmenso error al no asumir que su ensoñación es imposible, que ha hipotecado el futuro de todos los catalanes de modo irreparable durante años, y que no puede ser interlocutor ante nadie".

El juez suplica al delincuente

Mientras tanto, El Español también carga contra el gobierno español por no responder de una vez por todas porque ya se ha dado demasiadas oportunidades a Puigdemont. A ojos suyos, "la imagen que más se ajusta al desenlace del pulso independentista es la de un juez suplicando a un delincuente que se arrepienta de sus delitos para no tener que imponerle el castigo previsto por la ley".

De hecho, su editorial es una crítica constante a la actuación del gobierno del PP por su "reacción a regañadientes" en la que consideran que es "la mayor crisis de Estado desde 1981" y por eso se lamentan de que "la indolencia de Rajoy en este asunto es congruente con su costumbre de no hacer nada".

Y concluye: "Cometerá un error de bulto si, por no asumir el coste político de tomar una decisión expeditiva en Cataluña, continúa confundiendo la prudencia con la inacción".