Han pasado sólo 48 horas desde las elecciones del 10-N y Pedro Sánchez y Pablo Iglesias ya han anunciado un preacuerdo para un gobierno de coalición. El documento, que han firmado y sellado con un abrazo, tiene dos pilares fundamentales: el diálogo para enfrentar la crisis catalana y la justicia social para frenar el auge de la extrema derecha de Vox. Las cosas han cambiado radicalmente desde la repetición electoral. El documento se ha negociado durante estos dos días. No aparece ni amnistía, ni referéndum, ni nada que se le parezca, aunque necesitarán de los independentistas para tener mayoría si el PP y Cs se excluyen.

Catalunya es el noveno punto del decálogo que han firmado los dos líderes. El objetivo es "garantizar la convivencia en Catalunya y la normalización de la vida política". De esta manera, se comprometen a "fomentar el diálogo en Catalunya, buscando fórmulas de entendimiento y encuentro, siempre dentro de la Constitución". Y añaden: "También se fortalecerá el Estado de las autonomías para asegurar la prestación adecuada de los derechos y servicios de su competencia. Garantizaremos la igualdad entre todos los españoles".

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En el documento firmado, los dos partidos se conjuran para "conformar un gobierno progresista que sitúe a España como referente de la protección de los derechos sociales a Europa, tal y como los ciudadanos han decidido en las urnas." En este sentido, explican que "estamos avanzando conjuntamente en una negociación encaminada a completar la estructura y funcionamiento del nuevo gobierno, que se regirá por los principios de cohesión, lealtad y solidaridad gubernamental". Cuenta con diez ejes de actuación

El PSOE y Unidas Podemos se comprometen a "consolidar el crecimiento y la creación de empleo" y luchar contra la precariedad, blindar y revalorizar el sistema pública de pensiones, garantizar el derecho a la vivienda, luchar contra el cambio climático, reconocer derechos como la eutanasia, asegurar la memoria histórica, realizar políticas feministas, revertir la despoblación de la llamada España vacía e impulsar la justicia fiscal y el equilibrio presupuestarios, entre otras medidas.