El Partido Popular ha hecho una enmienda a la totalidad al posicionamiento del expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, que este lunes ha defendido el despliegue de la ley de amnistía para superar el "conflicto político gravísimo" entre Catalunya y el Estado. Después de la reunión del comité de dirección este lunes, el portavoz y vicesecretario de Cultura del PP, Borja Sémper, ha negado la mayor y ha afirmado que no ha habido ningún conflicto. "Eso no es un conflicto, eso es asaltar el ordenamiento constitucional", ha dicho, en referencia a los hechos del 2017.

La dirección del PP ha saltado al cuello del que actúa como escudero de Pedro Sánchez. En una entrevista en Onda Cero, Zapatero se ha posicionado a favor de la amnistía, ha reivindicado su encaje constitucional y ha afirmado que permitirá hacer más pasos en la dirección del "reencuentro" entre Catalunya y España. ¿"Qué conflicto"?, se ha autopreguntado Sémper, que se ha entregado la respuesta: "Lo que pasó en Catalunya es que dirigentes decidieron saltarse el ordenamiento jurídico para impulsar la independencia; se saltaron resoluciones y sentencias del Tribunal Constitucional; se pasaron por el arco del triunfo la legalidad constitucional; dieron la espalda a más de la mitad de catalanes y rompieron de una manera premeditada la convivencia".

En la línea de lo que ha expresado en las últimas semanas, los conservadores expresan su rechazo a la interlocución entre Pedro Sánchez y los independentistas catalanes. "Hay una amnistía encima de la mesa porque Sánchez lo necesita, no porque a España le vaya bien", ha remarcado el portavoz del PP, que ha recordado que la negociación "responde al interés particular" del presidente en funciones.

 

Alerta por la "catalanización" de la política española

Después de que Alberto Núñez Feijóo acusara a Sánchez y a los independentistas de llevar España a "un horizonte similar al de los Balcanes", Sémper no ha querido profundizar en la afirmación polémica, aunque ha alertado del proceso de "catalanización" de la política española. "Hay un riesgo serio de que la polarización política contamine la sociedad española. Tenemos que evitar que la sociedad se rompa y que las familias dejen de hablar de política", ha recalcado Sémper este lunes al mediodía.

El PP no va más allá del concepto balcanización, aunque Feijóo intenta dinamitar las negociaciones abiertas del PSOE con el independentismo catalán para la investidura de Pedro Sánchez. Con la amnistía en discusión, Feijóo ha recuperado un clásico de su partido, que consiste en equiparar la situación de España a la de los Balcanes durante la década de los 90. "España organizó su diversidad alejándose tanto del centralismo como de unos nacionalismos que nos llevan a la Edad Media o a un horizonte similar al de los Balcanes".

Las referencias a la desintegración de Yugoslavia, que propició una guerra civil a la última década del siglo XX, hicieron fortuna durante los meses más intensos del otoño del 2017. Incluso las afirmaciones que hablaban del ulsteritzación de la situación en Catalunya, en referencia al enfrentamiento político, social y civil vivido por la vía de las armas en Irlanda del Norte durante la segunda mitad del siglo pasado entre católicos nacionalistas y unionistas protestantes. En este caso, después de la victoria insuficiente del PP en las elecciones del 23 de julio, Feijóo ya utilizó este símil. "No podemos permitir que el país se balcanice", afirmó entonces ante la Junta Directiva del PP.