En las portadas de este sábado aparece un Alberto Núñez Feijóo que propone la mediación de la Comisión Europea para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). En las portadas de solo hace veinte días aparece un Feijóo —y otros líderes del Partido Popular— entre indignado y sarcástico, con el acuerdo por el cual el PSOE incorpora a cuatro mediadores para que verifiquen el cumplimiento de los acuerdos con Junts, que permitieron la investidura de Pedro Sánchez como presidente del gobierno español. ¿Cuál es el Feijóo real, pues? ¿El de los días 2 a 21 de diciembre, que se hace el humillado y se ríe del acuerdo PSOE-Junts, o el del día 22 de diciembre, que pone sobre la mesa el mismo mecanismo que hasta entonces denigraba? Feijóo ha cambiado de opinión, además, con idéntico argumento que los partidos independentistas: la presencia de mediadores internacionales es necesaria porque no se fían de Sánchez.
A algunos diarios —los del Trío de la Bencina, claro— les ocurre ahora lo mismo que al presidente del PP. Podrían trabajar sobre su propio criterio, pero como han escogido ser órganos oficiales de la derecha española y seguir punto por punto su argumentario, este sábado se ven en la penosa situación de acompañarla también en su ridículo. Quedan abocados a todo tipo de malabarismos y contorsiones para esconder lo que todo el mundo ve, la reculada del PP. Esta es, justamente, la parte cómica: pretenden disimular en los títulos de portada lo que todo el mundo comenta: la renovación del Poder Judicial español estará sometida al mismo mecanismo impuesto al PSOE por los independentistas. El único diario que utiliza la palabra “mediador” en un título es La Razón. De alguna manera, en fin, estos tres diarios tienen una conversación que no tiene nada que ver con la de la ciudadanía.
Cada uno describe la situación según su carácter. El Mundo, con el lenguaje escuadrista y machirulo que siempre gasta, hace de Feijóo un héroe (“Feijóo sienta a Sánchez ante la UE para despolitizar la Justicia”), que ha conseguido cuadrar en Sánchez ante|delante de Europa. ABC quiere salvar Feijóo haciéndole compartir con Sánchez la paternidad de la mediación sin llamarla mediación (“Sánchez y Feijóo recurren a Europa…”). La Razón escribe un título frío y administrativo (“Un mediador de la UE para desbloquear el CGPJ”). Es curioso que un acuerdo de esta naturaleza se titule sin protagonistas, sin los agentes que lo han pensado y pactado. El resto de diarios no esconden a los dos próceres y explican la solución acordada con la palabra “mediador” o el verbo “mediar”, sin manías —como corresponde a la realidad—, excepto La Vanguardia, que habla de “supervisión”, no vaya a ser que sus lectores lo confundan con las ideas del maléfico Carles Puigdemont.
