De las portadas de hoy impresionan bastante las fotografías del Papa Francisco en Iraq. Incluso ABC, el tabloide monárquico, las ha preferido a la imagen de Felipe VI poniéndose la medalla por el trabajo de otros en la SEAT. Hacer pasar a alguien por delante del Rey español es una decisión inaudita, o casi inaudita, en la historia más que centenaria del diario madrileño. El tema lo llevan también en primera página Ara o El Mundo. La estampa impresiona porque Francisco, que tiene 80 años y una mala salud de hierro, hace una demostración de valentía que dará esperanza a los cristianos que todavía viven en la región —están allí desde el siglo I d.C.—, sometidos a persecuciones y muerte. Desde el 2003, la cifra de cristianos ha caído de 1,4 millones a 250.000.

En un comentario interesante, Luis Luque dice que Francisco devuelve físicamente la visita que Abrahán, nacido en lo que ahora es Iraq, ha estado haciendo continuamente a Occidente los últimos dos milenios a través del judaísmo y del cristianismo, dels que el patriarca es protagonista esencial. Es el primer santo padre que viaja a la antigua Mesopotamia. No es un viaje placentero a un país amigo con un gobierno próximo. Para muestra, un botón. La iglesia de la Inmaculada de Qaraqosh, en el sur de Mosul, fue quemada y derribada por los terroristas de Estado Islámico. Francisco se la encontrará más o menos arreglada, según Ammar Yako, el párroco, que ha explicado a The Economist que no ha recibido ningún apoyo del gobierno iraquí. Los fondos para la reconstrucción provienen de grupos católicos de Occidente. Este es el ambiente que Francisco encara, sin cortarse de denunciar la discriminación de los cristianos ante las autoridades iraquíes.

Contrasta este viaje audaz a Irak con el paso del Rey por la fábrica de SEAT en Martorell, la otra imagen de las portadas del día. Es un viaje fugaz, acorazado, al abrigo de cualquier contacto con el país. No faltan los textos azucarados para conralo, como el de El País: "El gobierno arropa a Felipe VI". Uy sí. La Vanguardia y el trío de la bencina,c—on característica indignación— destacan la ausencia de la Generalitat en el acto. Todo lo cual explica muchas cosas. Si el gobierno español quería tener todo el protagonismo —se ha anunciado que Volkswagen fabricará coches eléctricos en la planta y el proyecto de una fábrica de baterías—, el Rey les va de perlas, dado que su presencia es, hoy por hoy, incompatible con la del Govern. Quizás por algún motivo razonable que los lectores de esos diarios nunca sabrán porque esos diarios nunca se preocupan de explicárselo.

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AHORA

LR

ME

EPC

EPA

EP

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