Ninguna sorpresa en las portadas de este martes: solo El Punt Avui lleva en primera página, abriendo, los trabajos de la comisión del Parlamento Europeo que visita España para averiguar por qué el Centro Nacional de Inteligencia espiaba a sus propios ciudadanos con el software Pegasus. Los diarios han sincronizado el paso con el gobierno central, que ha puesto todas las trabas mundo a la misión europea. El diario hace un buen resumen, donde solo falta la referencia al Catalangate incluida en el informe anual sobre derechos humanos del Departamento de Estado de los Estados Unidos. Las otras tres puntas del caso están. Francisco Martínez, el exsecretario de Estado de Interior del ministro Jorge Fernández Díaz, ha confirmado la existencia de la Operación Catalunya. La ponente europea del caso Pegasus denuncia el intento de desacreditar la investigación de Citizen Lab, considera que hay caso y critica las evasivas del PSOE. Amnistía Internacional se queja de que España pone palos en las ruedas de la investigación. Pinta que las portadas mantendrán el silencio esta semana, ajetreadas con la moción de censura de Vox a Pedro Sánchez que arranca este martes o con cualquier otra excusa.

Otro asunto que sirve para examinar las portadas es el interés o desinterés por la misma moción. Tiene mucha gracia El País, que entre mociones de censura ha escogido abrir portada con la de... Francia, arrinconando en la columna del lado la de España. Puestos a disimular los episodios que retratan a España con poca luz democrática y mala cara con los disidentes, valía la pena hacerlo con un poco más de gracia —al menos para que no se te vea el plumero. La Vanguardia ha escogido el último informe del Panel sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas que anuncia el inminente fin del mundo si no nos portamos bien con el clima. El Periódico explica que 8 de cada 10 menores condenados por agresión sexual después se portan bien, como queriendo decir que los castigos funcionan. Ara hace recuento de las pérdidas en bolsa de las empresas catalanas del Ibex-35 a causa de la sacudida bancaria: 5.000 millones. Hombre, mira... Entre una cosa y otra, quiere decirse que había alternativas más creativas y más interesantes que las penas de Emmanuel Macron. Entre otras cosas porque es tema viejo: la situación del presidente francés es insostenible desde el miércoles pasado, cuando aprobó por decretazo la reforma de las pensiones.

Todos los diarios publican la foto de los autócratas chino y ruso encantados de haberse conocido. Esta vez se leo han puesto fácil al fotógrafo porque Vladímir Putin ha recibido a Xi Jinping con una mesita de café de por medio y no el mueble-portaaviones donde hace sentarse a otros dignatarios. Hay en la foto un ambiente como de reencuentro de dos compañeros de pareja del casino del pueblo después de mucho tiempo o de suegros que negocian la boda de sus hijos. La imagen es también un escaparate donde se ofrece un orden mundial alternativo. Ciertamente, da pavor. Las democracias occidentales pueden ser de baja calidad, como la española, donde los aparatos del Estado persiguen ilegalmente a la disidencia y lo pagamos todos; o con un sesgo autoritario como la francesa, donde te hacen tragar una reforma de las pensiones a la que casi todo el mundo se opone. Hay diferencia, sin embargo. En China hacen pagar a las familias del fusilados las balas con que el Estado-partido ha matado a su pariente —una anécdota reveladora. En Rusia, el Estado regala un coche a las familias que envían a los hijos a morir en una guerra criminal contra los vecinos porque consideran de su propiedad tanto a los hijos como a los vecinos. Todo eso no excusa las corrupciones de las "democracias plenas" —claro que no— pero es bueno saber que podría ser peor.

El Punt Avui
El Punt Avui
La Vanguardia
La Vanguardia
El Periódico
El Periódico
Ahora
Ara
El País
El País
El Mundo
El Mundo
ABC
ABC
La Razón
La Razón