A pesar del título, la portadologia de este jueves se resolverá por la vía de comentar las fotografías de la primera reunión de la mesa de diálogo y negociación que elige cada diario. Claro que no se pueden desenganchar del texto de los títulos, pero, si todo va bien, bastarà con la glosa de las imágenes para decir lo mismo. De entrada, la mayoría de los diarios —todos, salvo El País y El Punt Avui— escogen fotos donde se ve a los presidentes Aragonès y Sánchez. Es una manera de concentrar el foco en los responsables principales de que esta operación salga bien, como quien avisa de que pedirá responsabilidades.

Vamos a algunos detalles. La portada menos lograda es la de El País. En la foto se ve de espaldas a los integrantes de la mesa, subiendo la escalera de Palau, cabizbajos para no tropezar con los escalones. Es un ademán torpe y desmañado en una escena vulgar y cualquiera pero no una imagen "histórica" o, cuando menos, de un momentazo político relevante. El título, bueh: es no decir nada poner énfasis en que la conversación queda protegida pese a las posiciones tan alejadas. Por eso se llama negociación ¿verdad? El Periódico escoge la foto más institucional y ceremoniosa y hace la bromita de aludir al eslogan de Tsunami Democràtic (Spain, sit and talk). Por una parte, el sarcasmo sería más completo sin traducir el titular. De otra, da la impresión de que no se lo toman muy seriamente. ¿No? Porque quizás sin el Tsunami y antecedentes estos dos no estarían sentados y hablando. La Vanguardia, en cambio, acompaña una foto parecida —Sánchez no hace el gesto imperioso de la otra— de un cuerpo de títulares más ceremonioso y enfático, de manera que la primera sesión de la mesa parece el inicio de las conversaciones de paz de Oslo entre Israel y Palestina. Para el diario de la Diagonal, todo moderación, diálogo y pactismo, el hecho de que haya una mesa donde representantes del Gobierno central y de la Generalitat se encuentran para hablar sin fin y sin control —y si puede ser sin tocar mucho— debe ser el nirvana total, la beatitud máxima en la tierra. (Es broma, eh).

¿Dirías que Ara y La Razón toman la misma foto? En ambas se ve a Pere y Pedro haciendo puñitos, saludo pandémico que permanecerá entre nosotros para siempre. Pues no. No es la misma —todo es opinable—. En el diario de Barcelona se les ve mirando a cámara. Es más amable porque ambos se han puesto de acuerdo en compartir la misma acción, cosa que desprende buen rollo, entendimiento y complicidad. En la foto del diario de Madrid, en cambio, se les ve mirándose el uno al otro, como dos púgiles que ya se desafían en la presentación del combate o dos ciervos que chocan los cuernos a ver quién se lleva a la cierva. Es una diferencia de aquellas que no te fijas más que cuando te la hacen ver y entonces ya no te la puedes sacar de la cabeza. Menor, pero sustancial.

El Mundo y ABC buscan una imagen que exponga a Pedro Sánchez, como hacen cuando el president de la Generalitat va a la Moncloa. Se trata de presentarlo sometido a la contraparte catalana, como queriendo decir que Sánchez hace capitular a la España indisoluble y real ante la Catalunya indepe y republicana de Aragonès. El Mundo publica la foto que cabrearà más a los patriotas españoles, tanto a los de faria, carajillo y palabrota como a los modernitos de los think tanks, vendedores de la Democracia Consolidada™ y la Monarquía Moderna™. Sánchez se inclina ante la bandera catalana y Aragonès está detrás, casi derecho, en un ademán fácil de relatar como de vigilancia. La de ABC es una parecida pero quiero y no puedo. No tiene tanta fuerza porque Sánchez es más alto que Aragonès y no parece claudicante ni humillado. En el título, el tabloide monárquico reinterpreta la falta de plazos acordada en la mesa como otra cesión de Sánchez, que pide tiempo para vender a España la autodeterminación de Catalunya. Da la impresión, sin embargo, que los dos diarios —ahora viene un malvado juicio de intenciones— quieren encabronar a sus lectores, sean compradores de la versión impresa o peatones que le echan el ojo al pasar por el quiosco, por no mencionar al kommentariat de las tertulias de la mañana, que tronará como un solo hombre/mujer contra el sometimiento de la nación milenaria a una región, etcétera. Mañana llorarán con Quevedo: Entré en mí casa: vi que amancillada de anciana habitación era despojos...

Da igual. Vengan como vengan las fotos, Pedro Sánchez podrá enseñar al mundo, especialmente a la UE, que él se ha puesto de hoz y coz a desactivar el conflicto catalán con diálogo, serenidad y etcétera. No hace falta que miren más. Los más de 3.000 encausados en relación al referéndum del 1-O no deben pensar lo mismo, amigas y amigos, pero estos 3.000 represaliados no tienen espacio en las portadas, que es lo que se miran en Bruselas.

EPC

LV

EP

AHORA

LR

ME

ABC

EPA