El Punt Avui juega en su título de portada con una metáfora futbolera que no es un mal resumen, aunque un partido disputado como esta investidura habría acabado con dos o tres expulsados, un par de lesionados graves y un récord de tarjetas amarillas. Del juego más valdría no hablar. Ahora bien, lo que cuenta es el resultado, y el marcador lo deja bien claro. Sin embargo, sólo es el partido de ida. El de vuelta se jugará cada día en las portadas.

La derecha mediática madrileña parece hoy exhausta y sin recursos, agotado el catálogo de calamidades. Por contraste con las de otros días, sus portadas, hoy, no dan miedo. Explican qué ha pasado con un montón de referencias al pasado, a las dos españas, a la división guerracivilista, al terrorismo de ETA, disuelta, que hace diez años que no mata ni atenta. Se diría la mirada del español cabreado. Muy cabreado.

A La Razón no se le ocurre nada mejor para ayudar a sus lectores a sobrellevar el aprieto que tranquilizarlos con la decisiva noticia que el despacho de Pablo Iglesias, el vicepresidente bolivariano, caerá lejos de La Moncloa. Tranquilos, viene a decir, que la pérfida influencia del líder podemita no será tanta. ABC se hace un lío. Otro. Dice en su titular principal que la presidencia tendrá dos jefes y en el subtítulo explica que habrá "dos gobiernos". ¿En qué quedamos? ¿Un gobierno con dos cabezas o dos gobiernos y una cabeza? Serán los nervios. El Mundo, quizá cansado, tal vez desanimado, no es muy original: repite la portada de siempre (Sánchez traidor) con otras palabras.

En cambio, los diarios que hasta ahora han tratado y tratan con ilusión, digamos, cortés o contenida, la investidura de Pedro Sánchez, dejan escapar un aliento de esperanza y orientan los titulares al futuro. Se les ve a todos a punto de sonreír y con ganas de no hacer mucha sangre del juego descoyuntado del grupo que apoya al nuevo presidente del gobierno español.

Ara da la impresión de que se le escapa la risa por debajo de la nariz. Podía haber titulado igualmente "Señoras y señores, con todos ustedes... ¡El gobierno Sááááánchez-Iglesiaaaas! (badabum-tssss!). Empieza una nueva era. La Vanguardia, más grave, habla del "desafío" de "cohesionar el gobierno", una descripción benévola del estado de la cosa. El Govern debe estar celoso del trato dispensado por el diario de los Godó al gobierno español: no perdona a los de Quim Torra el mínimo signo de división o desconfianza, pero presenta a Sánchez como protagonista de una maravillosa aventura.

El País y El Periódico dejan escapar un punto de entusiasmo por el hecho de que el ejecutivo español sea de coalición. Es lógico: hace unos 80 años que no pasaba. El País, siempre altisonante, edita un editorial de esos solemnes que arrancan en portada. "Gobierno legítimo", se titula. Da que pensar que el diario progre se haya visto en la obligación de recordar estas obviedades tras 40 años de Democracia Consolidada™ y Transición Ejemplar™.

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