A estas alturas aun no se sabe a ciencia cierta si te darán mascarillas o tienes que ir a buscarlas, cuándo hay que llevarlas y si habrá para todos. Este de las mascarillas es el último lío del gobierno español, como explica el editorial.
Las portadas de hoy, sin embargo, siguen la tipología denominada Sí, ministro.
En el caso de El Punt Avui sería Sí, conseller, porque anuncia "los efectos del coronavirus vistos por el Govern". En efecto, todos y todas los miembros del Govern —no falta ni uno/a— dicen cosas muy bonitas, preciosas. Tiene buena pinta, aunque de los efectos no hablan mucho. Es la portada por la cual todos morían de ganas este Domingo de Resurrección. (Se ve que para mañana, Lunes de Pascua, aka Día de la Mona, el diario hará lo mismo pero con "todos los grupos parlamentarios". No podrás decir que no te han avisado).
En la misma línea, unos periodistas de El Mundo han pasado catorce horas con el alcalde de Madrid y el resultado de esa experiencia —todos han sobrevivido— es el tema que abre el diario. El País, más solemne, entrevista a una ministra que aun no conoces —¿será por eso?— que dice que hasta en la playa hará falta guardar la distancia de seguridad (ya sabes, entre metro y medio y dos metros) e ir con mucho cuidado por todas partes porque el virus es muy malo.
ABC entrevista a Pablo Casado, el líder de la oposición, que aplica al presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, el mismo discurso que el PP hace años con las víctimas de ETA pero ahora con las víctimas del coronavirus. Pensará que más vale malo conocido.
El Periódico da voz al ministro de Sanidad para que avise a los españoles de que todavía están confinados. Bueno. Al mismo tiempo se declara partidario de que el lunes (o el martes) vuelvan al trabajo los que no pueden teletrabajar, decisión que sólo tiene el apoyo de Ciudadanos entre las fuerzas políticas, y de casi nadie en el mundo científico, técnico, experto y etcétera.
Luis de Guindos es el entrevistado de La Vanguardia. Ahora es uno de los vicepresidentes del BCE y antes era ministro de Economía de Rajoy. También entrevistan a la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González. El título de De Guindos asusta, aunque se una exageración muy destacable. Debe ser que nos conviene ir todavía más estrechos. La ministra, en cambio, mira. Dice que la pandemia "ha cogido a Europa con el paso cambiado". Qué barbaridad. Es una obviedad, un topicazo, sí, pero también puedes verlo como una clara acusación de incompetencia a los líderes europeos.
La Razón, que ha ha publicado muchas de estas entrevistas, o parecidas, es uno de los tres diarios que se desmarca del oficialismo del resto. La pena es que lo hace con un homenaje pelín cursi a las víctimas del coronavirus y a sus familiares. Muy sentido, eso sí lo tiene. Otro diario que no sigue la corriente es Ara, con un asunto simpático: cómo la naturaleza recupera territorio cuando nosotros no estamos, incluso en Barcelona ciudad.
¿Es que ayer no había noticias? Sí, claro. Por decir una inquietante, relacionada con tus derechos y libertades: El Gobierno monitorea las redes sociales "con el fin de comprobar algunos discursos que pueden ser peligrosos o delictivos [y algunas] campañas de desinformación". Lo explicó ayer en público el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. ¿A ningún diario le hace ruido que el gobierno de la Democracia Consolidada™ vigile el contenido de las redes sociales? No, ministro.
