La mayoría de las portadas de hoy abren con noticias esperanzadoras, cosa formidable si piensas que la semana anterior acabó tristona. Al menos esta arranca bien. Al titular de esta pieza no le hagas mucho caso: es un ejercicio para captar tu atención aludiendo a un chiste. En realidad no hay títulos, noticias, ni portadas buenas y malas en sentido moral. Las hay que nos gustan y las hay que no; más o menos acertadas; más o menos interesantes. De hecho, puede decirse que casi todas las noticias son "malas", porque las "buenas noticias" son las "malas noticias". Un río que sigue su cauce, un avión que aterriza o unos hijos que aman a sus padres no son noticia. Lo es el río desbordado, el avión que se estrella o un parricidio —perdón por la brutalidad.
Pero hoy no estamos, aquí. La Vanguardia dice que ya se nota el impacto positivo de las restricciones impuestas para frenar los contagios. Nos avisaron de que estos quince días serían decisivos. Hemos pasado la mitad y parece que funciona. Eso quiere decir que la gente se porta bien y resiste, como se ve en la fotaza de El Periódico con tantas personas en la playa de Nova Icària de Barcelona. Es la cara. La cruz es lo que explica El Punt Avui en una portada sombría, donde lista testimonios de la debacle que se abate sobre varios sectores económicos. "Las pérdidas son astronómicas", dicen en un catering. "Ya no cobro nada y tiro de ahorros", añade un fotógrafo. Crudo. Duro.
España (no) Suma
La misma Vanguardia informa que el PP ha dejado de lado el proyecto España Suma, lanzado originalmente por el primer Pablo Casado para cerrar filas con Vox y Ciudadanos —así funciona en Andalucía, Madrid, Murcia...— y se ha apuntado al esquema defendido por el presidente gallego Núñez Feijóo: reunir los votos de la derecha extrema al centro en un único partido, el suyo. Por debajo del titular, esta idea: la moción de censura de Vox ha ayudado a todos menos a sus promotores. "Es de ser inútiles", como dicen los del APM? La cruz es que los extremistas trabajan tras las manis negacionistas y contra las restricciones que han acabado en disturbios por toda España y también en Barcelona, como dice Ara. En El País, sin embargo, la policía española dice que son protestas desparejadas y sueltas —ejem.
A una buena noticia también en sentido moral dedica ABC su primera página: un grupo de adolescentes de Logroño que se levantaron temprano para limpiar la suciedad de los manifestantes antirestricciones. (Aparte: mucha coña, mucha coña, pero hacer manis sin tirar un papel al suelo ni romper ningún cristal no está al alcance de todo el mundo, ¿eh?). Muy buena esta historia ejemplar, aunque, por momentos, tiene un tono un poco Pantomima Full. El líder del grupo de chicos de orden es el hijo de una barrendera:
Pablo Alcaide, un chaval de 16 años e hijo de una barrendera de Logroño, se ha levantado temprano para ir a limpiar el centro de la ciudad tras los incidentes de anoche. Convocó a sus amigos y no ha estado solo @rtvenoticias pic.twitter.com/wg8DoeJoMc
— RTVELaRioja (@RTVELaRioja) November 1, 2020
Una noticia que es cara y cruz es la entrevista a la ministra de Economía en El Periódico. El título principal es que el PP debería aprobar los presupuestos. Sí, claro. También deberían acordar la renovación del Poder Judicial y ya ves (Aparte: hace días que no hay jaleo mediático con el asunto, lo que quiere decir que negocian bien). El subtítulo, en cambio, es más para la gente, porque Calviño se compromete con las pymes y parados que han quedado sin ayudas públicas. El diario ha preferido la politiquería a la política.
En La Razón se hacen un lío con una encuesta donde (cara) dicen que los españoles aprueban el confinamiento peeeeeeero (cruz) que suspenden la gestión del gobierno socialbolivariano. ¿Cómo se entiende, si la gestión casi que se limita a manejar el confinamiento? Nada, el diario quería decir que Pedro Sánchez caca y se lo ha hecho decir a la encuesta velis nolis.
Eso. Que todas las "buenas noticias" tienen también su cruz. Pregúntaselo a los norteamericanos. Dice El País que tanta gente votando por adelantado retrasará el recuento y la proclamación del ganador. Ya ves. Tanto votar puede acabar en pizza. Que no, que es broma. Votar siempre acaba bien —casi siempre, vaya, ya nos entendemos.
